Las palabras de inauguración estuvieron a cargo del coordinador del Programa de Maestría en Nutrición, Mg.Sc. Víctor Hidalgo Lozano, quien resaltó que contaban con un programa de becas del Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (FONDECYT) del CONCYTEC.
La ponencia «Los sistemas silvopastoriles como eje de una estrategia de adaptación y mitigación del cambio climático en la producción ganadera» estuvo a cargo del PhD. Rolando Barahona, profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia. «El cambio climático es parte de nuestra realidad y aún no estamos preparados para enfrentar eventos climáticos extremos», señaló.
Asimismo aseguró que el grado de vulnerabilidad del cambio climático está asociada al grado de desarrollo de la población y afecta a la agricultura, ya que altera las precipitaciones, la temperatura, trae nuevas plagas y enfermedades.
Cambio climático y seguridad alimentaria
Respecto a la seguridad alimentaria, el ponente indicó que, según estudios de la FAO en 2015, unas 795 millones de personas en el mundo estaban subalimentadas. «El cambio climático afecta a las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria: la disponibilidad física de los alimentos; el acceso económico y físico a los mismos; la utilización adecuada de los alimentos por los consumidores; y la estabilidad en el tiempo de las tres dimensiones anteriores», informó el doctor Barahona.
De igual manera, el especialista detalló las dos metasde nuestro tiempo. Primero se debe alcanzar la seguridad alimentaria, disminuyendo el índice de hambruna e incrementando la producción de alimentos en un 70% para el 2050. La segunda meta es evitar el cambio climático peligroso, cumpliendo con el «límite de los dos grados», objetivo impuesto en 2009 para reducir los gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
«Según estadísticas del 2013, el sector ganadero es responsable del 14,5% de las emisiones de GEI. Los sistemas agrícolas y alimentarios deben adaptarse al cambio climático y las presiones de los recursos naturales», indicó el doctor Barahona.
El especialista informó que uno de los mecanismos para hacer frente al cambio climático son las acciones de mitigación apropiadas a cada país (NAMAs). Estas son el conjunto de actividades factibles definidas por los países en desarrollo que conducen a reducir emisiones de una manera medible, reportable y verificable.
«Los sistemas silvopastoriles intensivos (SSPi) son altas densidades de arbustos forrajeros asociados a pastos mejorados, con pastoreo rotacional intensivo y ramoneo directo por el ganado. El pastoreo rotacional intensivo tiene como propósito mantener una alta producción de pastos de calidad durante el mayor periodo de tiempo y sostener un balance favorable entre las especies forrajeras que sirven como alimento de los animales», informó el doctor Barahona.
Ensilaje de leguminosas
La ponencia «Uso de ensilaje de leguminosas en los trópicos» estuvo a cargo del PhD. Joaquín Castro, especialista en nutrición animal y manejo de pasturas en los trópicos de la Universidad de Hohenheim, Alemania. Señaló que existe un bajo nivel de adopción de los forrajes de leguminosas, debido a que no se llega a un consenso sobre cómo utilizar las leguminosas forrajeras, cuáles son sus efectos y cuáles son las leguminosas más promisorias.
Asimismo indicó que gracias al ensilaje se tienen pérdidas menores de materia seca, dependiendo de la calidad del ensilado; cambios en la calidad de la proteína e inactivación de factores antinutricionales.
«Una mayor inclusión de ensilado de leguminosa causa una reducción en el consumo. En cuanto a la digestibilidad, genera una mayor velocidad de pasado en el rumen y tiene un alto contenido de fibra», detalló el doctor Castro.
Recursos alimentarios en el trópico
La ponencia «Valor nutricional de residuos agroindustriales en la Región San Martín» estuvo a cargo del PhD. Carlos Gómez, profesor principal de la UNALM y director de proyectos de investigación y desarrollo relacionados con la producción ganadera.
«Los animales dependen principalmente de los forrajes para cubrir sus requerimientos nutricionales y cuando el forraje no aporta lo suficiente, afecta la performance productiva y reproductiva del animal», detalló el doctor Gómez.
Asimismo el ponente señaló que en muchos sistemas la suplementación es nula o limitada, debido al alto costo de los insumos tradicionales. Ante ello, los productores han buscado alternativas para suplementación como insumos locales no tradicionales; sin embargo, su uso se limita por la falta de información nutricional.
Finalmente, el doctor Gómez mencionó que la UNALM tiene un proyecto en ejecución con el PNIA basado en la suplementación nutricional para vacunos mediante el uso de bloques nutricionales y residuos agroindustriales de la región San Martín y Amazonas (Proyecto N°16-2016).
«Los resultados que se han obtenido hasta el momento son que el nielen, el polvillo de arroz y el arrocillo tienen gran potencial de uso en la alimentación del ganado vacuno por aporte de energía, mientras que la torta de coco y la cascarilla de cacao son los residuos con mayor potencial por aporte de proteína», informó el especialista.