Diariamente se Pierden 4 Millones de Litros Diarios de Leche por la Mastitis Bovina en Colombia

COMPARTIR

A través de un proyecto conjunto, la Universidad Nacional de Colombia (UN), Colciencias y el SENA asesoran a los productores de leche del departamento colombiano de Cundinamarca para controlar la mastitis bovina, evitar las pérdidas e incrementar la producción lechera. 

El proyecto, que trabaja con cinco cooperativas del municipio de Guatavita (Cundinamarca) y que reúne a unos 400 productores, redujo la incidencia de la enfermedad y logró así subir el precio de venta. “Hasta hace seis meses costaba 900 pesos (50 centavos de dólar). Ahora lo venden a 1.120 pesos”, indica René Alejandro Pérez, veterinario de la UN y presidente del Consejo Nacional de la Calidad de la Leche y Prevención de la Mastitis (CNLM), entidad que también participa en la investigación.

La mastitis es la inflamación de la glándula mamaria de las vacas, que es el órgano productor de leche. Cuando la vaca está enferma produce entre un 10% y un 100% menos de leche. El objetivo del proyecto es recuperar los litros perdidos. Además, la enfermedad afecta la reproducción.

Según Pérez, esta enfermedad es muy frecuente. Un estudio efectuado en Cundinamarca mostró una prevalencia de un 28%, que se puede generalizar a las 250 mil vacas del departamento. Esto quiere decir que las pérdidas diarias se acercan a los 4 millones de litros. “Por eso, no somos competitivos en mercados locales ni en los de afuera”, puntualiza.

El proyecto es un programa de gestión llamado “Hato controlado, hato seguro”, por el cual van mensualmente a las fincas, hacen un diagnóstico de la sanidad de la ubre, determinan qué porcentaje de mastitis hay, de qué naturaleza es, qué la produce, cómo se previene y adelantan un seguimiento de las pérdidas (en litros y en dinero), para entender qué se debe hacer mejor.

“El proyecto beneficia a los productores de las fincas, a los industriales, a los que producen leche pasteurizada y derivados lácteos y a los consumidores, porque mejora la calidad del producto desde el principio de la cadena”, señala Martha Cecilia Suárez, profesora del Laboratorio de Microbiología de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UN.

La profesora dice, además, que, por primera vez, el proyecto estudia detalladamente los microorganismos presentes en la leche, así como algunas características que permiten evaluar la calidad sanitaria del animal; la higiénica, relacionada con la obtención y almacenamiento de la leche; y la industrial, referida a la vida útil del alimento.

Pérez precisa que Colombia ordeña cerca de 1 millón 400 mil vacas diariamente y que produce alrededor de 16 millones de litros diarios de leche, de la que solo se consume la mitad. El resto se consume artesanalmente, se convierte en queso, cuajada y arequipe, entre otros.

Sobre los Signos Clínicos

El signo más común es la disminución de la calidad y del volumen de la leche y, cuando es muy grave, alteraciones de sus características.

Según Pérez, para hacer un kilo de queso se necesitan siete litros de leche. Pero, cuando la vaca tiene mastitis, se pueden gastar hasta doce; lo que quiere decir que el queso le está costando el doble al productor, que lo vende al mismo precio. “Es muy importante que cualquier productor de leche sepa cómo está la sanidad de la ubre de sus vacas”, asegura.

La prevención es clave. Se deben tener buenas prácticas de ordeño y desarrollar el proceso con los más altos niveles de asepsia. “Hay que cumplir la regla de oro del ordeño, que es ordeñar pezones limpios, secos y sanos. Así, se tienen menos inconvenientes”, explica.

“Las bacterias de la ubre han logrado hacer sinergia con la vaca. Por eso, ha sido tan difícil erradicarlas. En este sentido, hay que hablar es de control, prevención y tratamiento, porque ahí van a estar y lo que hay que hacer es tenerlas controladas”, concluye Pérez.

Fuente: Agencias

 

Mastitis