La leche es considerado un alimento fundamental para la formación de la estructura ósea del ser humano.
Existen opiniones encontradas con respecto al consumo de leche. Ciertas personas opinan que no es necesaria para la cantidad de calcio que requiere el cuerpo, y para otras, presenta nutrientes en beneficio de la salud.
La leche contiene azúcares de asimilación lenta y proteínas valiosas, que supone al igual cantidad de calorías puede saciar más que los refrescos. Los productos lácteos son comparables con la carne, pescado y huevo, se consideran alimentos plásticos, por ser formadores de músculos.
El 80% de su peso se debe a la presencia de agua que la compone. Posee proteínas, «caseína» en mayor proporción. Contiene un Hidrato de carbono, lactosa, disacárido formado por glucosa y galactosa, menos dulce que la sacarosa. Presenta Grasa en pequeñas gotas lipídicas, y que en reposo forman la nata. Posee vitaminas como la Riboflavina o B2, particularidad principal de la leche. Presenta minerales como el Calcio, que se absorbe de mejor forma que otros alimentos.
La leche es considerada como el principal formador de la estructura ósea, de allí su importancia en nuestra dieta regular. Investigaciones afirman que es necesario ingerir leche en el desayuno, y que el hábito tiene potencial como apoyo para la perdida y mantenimiento de peso.
El doctor James O. Hill, especialista en temas de obesidad, y autor de artículos publicados en Nueva York, Estados Unidos, señala que la gente quien desayuna especialmente cereal con leche baja en grasa, generalmente son más delgados que los que eliminan el desayuno o comen otras cosas, y es más probable que a largo plazo tengan éxito en mantener un peso saludable. Las conclusiones indican que la mezcla de nutrientes como calcio y proteínas, pueden mejorar la capacidad del cuerpo para quemar grasas.
Expertos afirman que la ingesta de leche en nuestra vida cotidiana ha disminuido. En el vecino país, Estados Unidos, cada vez más mujeres eliminan de su desayuno productos lácteos. Un estudio publicado en 2004 citado por el Programa Educacional de los Procesadores de Leche, cuanto más tiempo pasan los hispanos en ese país, más se reduce la calidad de su alimentación. Los resultados mostraron que el 64 por ciento de los encuestados había eliminado el desayuno de su dieta después de haberse mudado a ese país.
Esto refleja la incidencia de Estados Unidos ante una crisis de calcio. Asociaciones civiles y gubernamentales como el Programa de Educación de los Procesadores de Leche, con su campaña nacional del Bigote de Leche, o instituciones como la American Academy of Pediatrics, el American Dietetic Association, el National Institutes of Health, el U.S. Department of Agriculture, el National Osteoporosis Foundation, y muchas otras organizaciones de salud; están a favor de una dieta rica en leche, y que puede ayudar a reducir el riesgo de la presión alta y de las enfermedades del corazón, prevenir el cáncer del seno y el colon, y también contribuir a combatir la obesidad.
Aunque existen evidencias de milenios en la ingesta de leche que va desde los pueblos nómadas mongoles a los pastores massai en las sabanas africanas, el aspecto nutritivo está en tela de juicio. El argumento más sonado en contra, es que ningún mamífero adulto consume leche, salvo que se la sirvamos los humanos en un plato.
Expertos afirman que no se requieren grandes cantidades de calcio para tener huesos sanos, tal y como lo demuestra el estudio realizado por 78 mil enfermeras en 1997, y que no encontraron evidencias de que las mujeres que consumían más calcio, sufrían menos fracturas.
Especialistas señalan que el consumo de leche es parte del marketing de las empresas, no es una sustancia milagrosa pero tampoco tóxica. Este líquido no es la única fuente de calcio, lo está el brócoli y algunos vegetales de hoja, salmón enlatado, leche de soya fortificada con calcio, jugos, cereales, y suplementos comerciales. El asunto radica en que muchas personas no consumen estos alimentos.
Inclusive, hay personas que son intolerantes a la lactosa, y presentan problemas para digerirla, sobre todo en grandes cantidades, a menos que este tipo de azúcar se elimine. Puede detectar si padece de esta peculiaridad, si presenta dolores abdominales, gases, y diarrea. Entre el 15 y el 50 por ciento de personas de raza blanca, la incidencia de esta intolerancia es menor entre los de origen escandinavo y mayor entre los de origen mediterráneo; y más del 80% de las personas de color y asiáticos si lo padecen.
Ahora bien, existen otros estudios que van en otra dirección. Bill Wales, investigador australiano de la Universidad de Melbourne sostiene que la leche de vaca sea o no saludable no depende de la raza del animal, sino de la alimentación que este recibe. Sus investigaciones realizadas en vacas alimentadas en regiones montañosas presentan una leche mucho más rica en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) que las alimentadas en granjas sin terrenos de pasto.
Según sus reportes, los PUFA han demostrado una cierta capacidad para conservar la función cognitiva y evitar el avance de las demencias en la tercera edad. Por lo que están diseñando vacas clonadas que produzcan leche con esta característica.
Lo cierto es que debemos tener una alimentación variada, y sobre todo nutritiva. Incluir la leche y otros alimentos en su dieta, ricos en calcio. Los invitamos a que investigue y estudie sus hábitos de alimentación y como poder mejorarlos según sea el caso.