Para el mejor aprovechamiento y lograr rentabilidad en el silo forrajero es preciso diseñar sistemas de trabajo. Las claves, analizadas por un especialista.
Una vez finalizada la confección de un silo forrajero, el trabajo continúa de manera ininterrumpida en una secuencia de acciones concatenadas, que permitirán alcanzar el uso eficiente y eficaz de este importante recurso forrajero.
Y una de las acciones es el cálculo de extracción para el suministro del forraje y la confección de las dietas, que con el objeto de lograr la mayor rentabilidad por peso invertido en forrajes.
Es primordial el cuidado en la extracción del silaje, sabiendo que es un “forraje vivo» y que dicho cuidado, hará que su calidad perdure en el tiempo y ofrezca la mayor cantidad de nutrientes por kg de materia seca confeccionada.
Y referente a la extracción de silaje, resulta imperioso asegurarnos que la tasa de extracción sea de al menos 30 – 40 cm de la cara expuesta, para ganarle a la entrada del oxígeno. De esta manera, se obtiene un material similar al que tenemos en la estructura de almacenaje para suministrar en las dietas.
La apertura de silo, la extracción del forraje y el cierre del mismo son tan importantes como el picado, el compactado
En los silos bolsa eso es más que sencillo debido al frente expuesto que presenta este tipo de silo. Pero en las estructuras de silos aéreos, controlar la dimensión de la apertura, resulta vital para mantener a raya los costos de la ración confeccionada y por consiguiente, maximizar los márgenes de rentabilidad.
Otro punto a considerar, es de qué manera incluimos este ingrediente en la ración. Y allí es donde juega un papel fundamental la utilización de acoplados racionadores, tema que ha dado para discutir bastante en los últimos años.
En este caso no se trata de ver qué sistema de trabajo es mejor, sino cuál se adapta mejor a nuestro sistema de producción, en el que se manejan las raciones.
En un principio creíamos que la presencia de fibra larga en las dietas era condición determinante para adoptar sistemas de mezcla verticales.
Pero hoy la tecnología nos permite elegir sistemas de mezcla verticales u horizontales, independientemente de la incorporación de fibra larga o no.
El acarreo del silaje desde el lote al silo tiene sus claves, como por ejemplo que el tractor de trasporte y el acoplado, no deben pisar el silaje.
De lo que no hay dudas es que el ambiente ruminal es el sitio más eficiente para la absorción de nutrientes y que el equilibrio y la salud del mismo es fundamental. Ello hace de los acoplados mixers una herramienta infaltable a la hora de buscar eficiencia en la alimentación de rumiantes.
Por otra parte, la distribución de la cantidad de forraje o ración adecuada por cada animal, hará que todos y cada uno de los individuos alimentados expresen su mayor potencial productivo. Debido a ello, el cálculo de ración por cada animal, valiéndonos de sistemas de pesaje y recopilación de datos, es una herramienta de gran valor, que nos acerca a la alimentación de precisión.
Con lo dicho, queda claro que, cuando finalizamos la confección de un silo, y luego lo abrimos para extraer forraje, estamos cumpliendo etapas de un mismo proceso. Y que en todo momento, la eficacia en la toma y recopilación de datos, es realmente importante para decidir cómo manejarse en el proceso completo. Y lograr el éxito relejado en la rentabilidad de dicho proceso.
Por esta razón a la hora de elegir sistemas de alimentación, sistemas de mezcla, sistemas de recopilación de datos, y comederos entre otros muchos factores, no debemos considerar el precio de cada implemento o sistema elegido como factor de decisión. Sino es mejor analizar cuál es el más adecuado para nuestro modelo productivo.
Ello también implica el valor o retorno de cada peso invertido que cada elemento en el proceso nos devuelve. Y la ayuda que cada elemento brinda para la toma de decisiones de manera objetiva, rápida y práctica.
Muchas veces al analizar situaciones puntuales de nuestro manejo, podemos pensar que no estamos en cierto nivel o en “ciertas ligas». Es decir pareciera que no cumplimos con algunas exigencias respecto de alguna operación. Pero también debemos ser conscientes de como luchamos cada batalla, y de cómo ganamos la anterior. Es decir, resulta más adecuado no poner todo el énfasis en que segmento nos encontramos en cada momento, sino en qué situación o modelo productivo queremos estar mañana.
La carga del mixer es uno de los momentos en los que la toma y recopilación de datos permite aumentar la eficiencia de producción.
Así las cosas, aplicando procesos, valiéndonos de herramientas tecnológicas y tomando las decisiones adecuadas, en las que deben primar la eficiencia y el ajuste de costos, podremos sentar las bases del modelo productivo y la rentabilidad de los próximos años.
Poniendo metas concretas invirtiendo en herramientas, tecnologías y procesos, haremos una producción a costo controlado y rentabilidad asegurada.