Caso de «Vaca Loca» Preocupa a Ganaderos y Exportadores de Carne en Brasil

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Las muestras se han enviado a analizarse a Inglaterra, para descartar un problema de Encefalopatía Espongiforme Bovina que afectaría fuertemente a los exportadores de carne y a la ganadería del Brasil en general.

El Comité Veterinario Permanente del Cono Sur (CVP), cuya presidencia pro témpore ejerce Paraguay en la actualidad, y el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) esperan la definición del supuesto caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o la enfermedad vulgarmente conocida como Vaca Loca, registrado en Mato Grosso, en Brasil, para tomar las medidas correspondientes, informó el Dr. Primo Ricardo Feltes, director general de Sanidad Animal del Senacsa.

En estos momentos, las autoridades esperan los resultados laboratoriales de las tomas recogidas en el lugar donde se sospecha la presencia de la enfermedad, análisis que se están haciendo en Inglaterra, en el instituto de referencia mundial en casos de vaca loca. Brasil supone que es caso atípico de vaca loca ,porque es un animal de doce años criado a pasto, informó Feltes.

El funcionario del Senacsa destacó que Brasil informó en su momento al CVP sobre la sospecha de este caso. “Hay que valorar que Brasil comunicó rápidamente el caso al CVP y como región lo vamos a apoyar”, expresó.

En caso de ser positivo, no habría mayores inconvenientes para el Paraguay, ya que el problema no proviene de una zona lindante con el país. El riesgo está en la introducción de animales, pero en la actualidad no hay ningún pedido de importación de bovinos de la zona afectada, explicó el Dr. Feltes.

Sacrificio

Un total de 49 bovinos fue sacrificado el pasado domingo 27 de abril en el sudoeste de Mato Grosso. Los animales convivían con el animal abatido el mes pasado del que se tiene sospecha de haber contraído el mal de la vaca loca, informó ayer el medio brasileño Globo Rural. Destacó que la noticia dejó a los productores de la región muy preocupados.

Los animales sacrificados tenían entre 11 y 13 años de edad y pertenecían al mismo establecimiento del cual salió el animal sospechado. Los mismos necesitaban ser sacrificados para atender los protocolos internacionales de sanidad animal por convivir con una vaca enferma.

Todos los bovinos fueron abatidos e incinerados, lo que elimina riesgos de que en un futuro otros animales puedan ser contaminados. Los materiales genéticos de los animales sacrificados van a ser examinados en el Laboratorio Nacional Agropecuario de Brasil.

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