Más de 1,3 millones de ovejas y cabras y 65 000 vacas reciben tratamiento veterinario frente a las enfermedades contagiosas. Campaña de tres meses es financiada por Estados Unidos.
La seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de cerca de 234 000 personas han recibido un fuerte impulso gracias a una campaña de sanidad animal recién finalizada llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en colaboración con Asociación Médico Veterinaria de Siria.
Con financiación del Gobierno de los Estados Unidos, la campaña -de tres meses de duración- ha protegido en Siria a más de 1,3 millones de ovejas y cabras y 65 000 vacas de parásitos y enfermedades parasitarias.
Seis años de conflicto han socavado los servicios veterinarios de Siria y la escasez de vacunas ha incrementado el riesgo de infecciones en el ganado, del que viven muchas personas en las zonas rurales. Y también muchos desplazados por los combates, que dependen de la ganadería como fuente de alimento o ingresos.
“A través de esta campaña selectiva de sanidad animal, la FAO trabaja no sólo para contener brotes de enfermedades en Siria, sino también para prevenir su propagación a otros países de la región”, señaló Adam Yao, Representante Interino de la FAO en Siria.
“Debido a que la capacidad de respuesta de los servicios veterinarios de Siria se enfrenta a grandes retos debido a la crisis actual, el riesgo de enfermedades animales transfronterizas que se extiendan rápidamente y más allá de las fronteras sigue representando motivo de gran preocupación para la FAO. Si no se toman de inmediato medidas drásticas, los efectos sobre la producción pecuaria y la seguridad alimentaria pueden ser devastadores”, explicó Yao.
La producción ganadera desempeñaba un papel vital en la economía siria de antes de la crisis, ya que suponía el 40 por ciento de la producción agrícola total y absorbía el 20 por ciento del empleo rural. Incluso durante el actual conflicto, el sector sigue contribuyendo sustancialmente a la seguridad alimentaria y la nutrición de la población rural y es un importante medio de sustento para las mujeres.
“Las mujeres –añadió Yao- constituyen ahora más del 60 por ciento de la mano de obra agrícola y son la columna vertebral del suministro de alimentos de Siria, por lo que esta campaña no solo ha salvaguardado las vidas de los animales, sino ayudado también a garantizar el sustento de muchas mujeres rurales. A menudo su única fuente de ingresos para alimentar a sus familias”.
Además de los tratamientos pecuarios, la campaña proporcionó capacitación a los veterinarios sobre nuevas técnicas para controlar la propagación de parásitos -como piojos, garrapatas, tenia, tiña o fascioliasis- junto a enfermedades parasitarias como la theileriosis y la babesiosis.
Las familias dependientes del ganado recibieron asimismo información sobre los diferentes tipos de tratamiento y técnicas de protección.
La campaña tuvo lugar en diez gobernaciones en Siria: Damasco rural, Quneitra, Dara’a, Tartous, Lattakia, Homs, Hama, Alepo, As-Sweida y Al-Hasakeh.
Desde 2011, la FAO ha aportado tratamiento antiparasitario a más de 10 millones de cabezas de ganado en el país árabe.