Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral de Santa Fe en Argentina, identificaron por técnicas moleculares un virus que está ampliamente difundido en la población bovina del país gaucho, y que provoca graves trastornos digestivos y reproductivos, el BVD o DVB (siglas en español).
Por medio de la aplicación de una serie de técnicas alternativas, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) demostraron que la Diarrea Viral Bovina (DVB) se encuentra en la mayoría de los establecimientos rurales de la región. La enfermedad provoca una serie de trastornos digestivos y reproductivos en bovinos y, por ende, grandes pérdidas económicas.
Tradicionalmente, la enfermedad se intentaba detectar analizando tejidos de animales muertos, mayormente bovinos abortados. Sin embargo, con las técnicas aplicadas en la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL se ha podido identificar el virus en animales vivos, sobre todo en terneros que lo están eliminando y que muchas veces no presentan síntomas, los denominados “infectados persistentes”. “Hacemos una biopsia de la oreja del animal sin provocarle daños. También tomamos muestras de sangre”, explicó Ana María Canal, que trabaja junto a María del Rocío Marini en el Servicio de Histopatología de la FCV.
Según aseguraron, el virus está presente en el 90 por ciento de los establecimientos de la región.
Diarrea Viral Bovina
La presencia de la DVB es muy importante en la zona de la cuenca lechera santafesina y generalmente se la identifica con estudios serológicos. “Según los datos de la seroprevalencia, un 90 por ciento de los establecimientos resultan seropositivos. La enfermedad produce problemas digestivos, pero además abortos y trastornos reproductivos. Cuando la muerte es embrionaria, produce repetición de celos en las vacas, por lo cual no se preñan”, afirmó Canal.
“Se trata de un microorganismo con varios genotipos, biotipos y una gran capacidad de mutación. Cuando se produce la confluencia de un biotipo conocido como ‘no citopático’ con otro ‘citopático’ en un mismo animal, se produce un cuadro muy grave conocido como Enfermedad de las Mucosas, que provoca la muerte. Afecta la mucosa digestiva, por eso se encuentran úlceras en la boca de los animales, en el esófago, en los preestómagos o en el intestino, y observando las lesiones podemos sospechar la enfermedad”, añadió.
Las Técnicas
Pero hasta ahora no era fácil reconocer la enfermedad en los animales infectados, ya que muchas veces no presentan síntomas pero eliminan secreciones de por vida y enferman a otros. “Por un lado, trabajamos con la inmunohistoquímica, una técnica de análisis que consiste en utilizar un anticuerpo para identificar el virus en los tejidos sobre los que actúa. También usamos PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), para identificar el ARN del virus y la técnica de Western Blot, con la cual reconocemos proteínas virales en suero y en la piel de oreja”.
“El ternero infectado persistente, que es eliminador del virus de por vida, es muy importante en la epidemiología, porque nace ya infectado desde el útero de la madre en un período determinado de la gestación. En esa etapa, el feto no reconoce al virus como un agente extraño, por lo cual ese animal luego será eliminador de virus al ambiente. Es más, aunque se lo vacune, no generará anticuerpos. Sin embargo, sí podemos detectar este animal con PCR buscando el ARN del virus en el suero, y las proteínas virales en las muestras de piel con la inmunohistoquímica y el Western Blot”.
Canal agregó que aunque resta mejorar las técnicas, pudieron demostrar que la enfermedad está presente en la zona: “Hay que seguir trabajando para tratar de disminuir su presencia identificando a los animales, eliminando a los que dispersan el virus y apoyando a los productores para que no tengan tantas pérdidas. Sobre todo, intentamos brindar nuevas herramientas”, finalizó Marini.