Alertan por riesgo de adaptación de influenza aviar a los mamíferos

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Más de 1,23 millones de aves han muerto en diez países latinoamericanos, como consecuencia del ataque del virus de la Influenza Aviar, el último país a donde llegó fue Uruguay, el 15 de febrero. 

Así, la situación actual de la influenza aviar ha generado preocupación en la comunidad internacional. Desde octubre de 2021, se han notificado un número sin precedentes de brotes en varias regiones del mundo, llegando a nuevas áreas geográficas y causando efectos devastadores en la salud y el bienestar de los animales. 

“Por ejemplo, en Latinoamérica se han notificado 75 brotes de influenza aviar de alta patogenicidad en Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela, que han ocasionado la pérdida de 1,2 millones de aves de corral.

“La enfermedad pone en riesgo la seguridad alimentaria mundial y los medios de subsistencia de quienes dependen de la cría de aves de corral. También ha llevado a una tasa alarmante de mortandad de aves silvestres y ha afectado a otros animales salvajes, incluidos los mamíferos marinos y terrestres”, dice un reporte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH).

Si bien la Influenza Aviar afecta principalmente a las aves de corral y silvestres, el virus puede transmitirse ocasionalmente a los mamíferos, incluidos los humanos, evidenciado con la notificación de un número creciente de casos de influenza aviar H5N1 en varios animales mamíferos, tanto terrestres como acuáticos, que causan morbilidad y mortalidad.

“Esto genera una creciente preocupación por la amenaza para la salud de los animales domésticos y salvajes, la biodiversidad y, potencialmente, para la salud pública”, recalcó la entidad de sanidad animal mundial.

La situación actual destaca el riesgo de que la influenza aviar H5N1 se adapte mejor a los mamíferos y se propague a los humanos y otros animales, alertó la Organización.

“Además, algunos mamíferos, como el visón, pueden actuar como receptores de diferentes tipos de virus de la gripe, lo que da lugar a la aparición de nuevas cepas y subtipos que podrían ser más nocivos para los animales y/o los seres humanos.

“Las infecciones notificadas recientemente en visones de granja son motivo de preocupación porque cuando se infecta un gran número de mamíferos incrementa este riesgo; actualmente se están realizando varios estudios para explorar más a fondo la virulencia y la transmisibilidad (incluso entre mamíferos) de estos virus”, alertó la entidad.

Así, en colaboración con su red de expertos, la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) está siguiendo de cerca la situación para evaluar los riesgos para los animales y los seres humanos, por lo que llamó a los estados miembros a:

Vigilar de forma permanente la aparición de enfermedades en aves domésticas y silvestres.

Prevenir la propagación de la enfermedad implementando medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, así como en las granjas de visones para evitar la introducción del virus.

Controlar los movimientos de animales domésticos susceptibles y sus productos para evitar la propagación de enfermedades.

Proteger a los seres humanos que estén en contacto cercano o que manipulen aves de corral o animales domésticos o salvajes enfermos. Las personas expuestas siempre deben tomar medidas de precaución, incluido el uso de equipo de protección personal (EPP), más cuando se investigan muertes o brotes.

Monitorear los animales domésticos y salvajes susceptibles. Investigar cualquier aumento inusual de eventos de mortalidad en animales salvajes (muertes).

Notificar los casos de influenza aviar en todas las especies a las autoridades locales de sanidad animal. La notificación oportuna y transparente es clave conocer la situación y prevenir la desinformación.

Por último, la WOAH indicó estar comprometida a ayudar a sus estados miembros a mitigar los riesgos contra el impacto de la influenza aviar y continuará interactuando con sus redes de expertos y socios públicos y privados, en particular a través de los programas One Health Quadripartite Alliance y el Marco global para las enfermedades transfronterizas de los animales (GF-TAD) para proporcionar actualizaciones técnicas a medida que haya más información disponible.