La sustentabilidad de las empresas ganaderas, teniendo en cuenta los tres aspectos básicos de este concepto –lo económico, lo social y lo ambiental–, bajo el paraguas de que se puede producir y se puede vivir de la producción ganadera pero conservando el ambiente, fueron destacados durante su conferencia en la «Expo Prado – Uruguay 2017» por el técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA) Carlos Molina.
Durante su charla, desarrolló una mirada sobre cuáles son las herramientas del IPA para medir el estado de sustentabilidad de las empresas y cómo usando esas herramientas se puede generar información objetiva, sobre todo para identificar los aspectos a tener en cuenta para tener una empresa ganadera sustentable.
Molina destacó especialmente que el IPA se ha caracterizado desde hace más de medio siglo por medir los resultados productivos y económicos de las empresas, por ejemplo con las denominadas Carpetas Verdes, que es una herramienta clásica que mide ese tipo de gestión.
Indicadores
Molina agregó que se incorporó en ese trabajo no solo lo productivo y lo económico, sino también lo social y lo ambiental. Fue en ese marco que se desarrolló una serie de herramientas, concretamente un indicador de sustentabilidad que se aplicó en diversas oportunidades en distintas empresas, así como el índice de vulnerabilidad de sequía, el índice de flexibilidad, la organización del trabajo y otras herramientas que ayudan a medir el resultado de los empresas.
Según el especialista, lo que se hizo fue rescatar los aspectos comunes en esas empresas en que se usaron esos indicadores.
Por supuesto que hay una enorme diversidad de situaciones y una enorme heterogeneidad de casos, aclaró. Pero «los aspectos más comunes que hemos identificado en aquellas empresas que se muestran más sustentables» son niveles adecuados a los objetivos del productor y de productividad que generan ingresos satisfactorios, que le permiten al productor vivir de su empresa, preservando el ambiente, son aquellas aquellas explotaciones que hacen un uso inteligente del campo natural.
Resiliencia
Eso, significa aprovechar la resiliencia y la resistencia que el campo natural tiene y utilizarlo como base de la competitividad de las empresas, complementado con los módulos de alta producción de forrajes con pasturas implantadas, con mejoramientos extensivos, con riego, con uso de verdeos y praderas, lo que es complementario al manejo inteligente del campo natural.
También se puede usar la suplementación de forma estratégica, «es decir, no estamos en contra del uso de pasturas implantadas o de los mejoramientos, estamos a favor del uso complementario del campo natural con estas otras formas de alimentar el ganado».
Las empresas que hacen este manejo en sus predios logran ser más sustentables en el tiempo, aseguró. «Y cuando se miran los indicadores en esas empresas, se observan los resultados y se mira cómo vive y trabaja ese productor, se identifica lo mencionado anteriormente», expresó.
Dijo que se ve el uso inteligente del campo natural complementado, carga ajustada, capacidad de gestión del productor, uso de información relevante de ese establecimiento y ajuste de procesos que se suceden en la empresa.
Se destacó el uso del campo natural como base del sistema, cuyos atributos son determinantes clave de la estabilidad de los sistemas en el mediano y largo plazo. Es el recurso forrajero menos vulnerable a las fluctuaciones climáticas y con mejores condiciones para ajustarse a los cambios climáticos, concluyó.
Se puede armar una gestión empresarial que perdure
En el marco de la conferencia de Carlos Molina, del Instituto Plan Agropecuario, presentó el caso de un productor que el disertante lo tomó como referencia para demostrar que haciendo un uso inteligente de las pasturas se pueden alcanzar buenos resultados. Se trata de un productor que está encima de su predio, que interviene, que usa una batería de procesos y de tecnología de insumos.
Se trata de un establecimiento que usa campo natural mejorado y alimenta además con suplementación en determinadas categorías y logra así una empresa sustentable, que enfrenta con fuerza y con mucha solidez los períodos de sequía, como también las caídas de precios y las variaciones en el tipo de cambio.
Como todos, también debe enfrentar problemas personales o de sus colaboradores no del todo favorables, pero a pesar de ello logra armar una gestión empresarial que es sustentable y disfrutable, que contribuye al logro de los objetivos planteados.
El mensaje es que es posible producir conservando los recursos, utilizando las pasturas naturales de forma inteligente y otros recursos, concluyó Molina.