En 1761 Claude Bourgelat logró convencer al Rey de Francia Luis XV de la necesidad de formar especialistas capaces de curar las enfermedades de los animales.
Por decisión del Rey, la primera escuela veterinaria del mundo se creó en Lyon, Francia. Bourgelat era realmente un visionario. Es cierto que obtuvo el apoyo del rey porque la peste bovina devastaba los campos de toda Europa y arruinaba la economía rural. Por otra parte, cabe recordar que en la salud de los caballos era un factor esencial de la potencia del ejército esa época y es probable que haya usado este argumento.
Además, Bourgelat precisó el concepto de biopatología comparada entre el hombre y el animal. Fue el primero en afirmar la utilidad del estudio de las patologías animales para comprender mejor aquellas que afectan al hombre: ¡el concepto de «una sola salud» había surgido!
Más adelante se crean numerosas escuelas veterinarias en Francia, en Europa y en el mundo, basándose en el modelo de Lyon. La profesión veterinaria va ganando progresivamente el reconocimiento de la sociedad por sus contribuciones, primero en el medio rural, después en el resto de los territorios gracias a la gran diversidad de sus competencias. La comprensión de los seres vivos en su estado normal a la vez que cuando padecen afecciones abre efectivamente las puertas a la inteligencia, al conocimiento y al saber hacer.
Más allá de su función bien conocida de médico de los animales, el veterinario ha demostrado que es capaz de diseñar programas de prevención y de control de las enfermedades infecciosas, incluidas aquellas transmisibles al hombre por contacto o por los alimentos que consume. La contribución esencial de la profesión veterinaria a la salud pública hoy es universalmente reconocida.
Se reconoce asimismo la aportación de la profesión veterinaria para el mejoramiento de la producción animal, en particular mediante la lucha contra las enfermedades, a fin de ayudar a responder a la explosión de la demanda mundial en proteínas nobles, sobre todo en los países en desarrollo. Esta acción permite a centenares de millones de criadores pobres en el mundo preservar su único capital, el animal, y también contribuye a facilitar el acceso de sus producciones animales a mercados externos mejor remunerados a la vez que velar por la seguridad sanitaria del comercio mundial de animales y de sus productos.
La utilidad de los animales de compañía en la sociedad ya no necesita ser demostrada, como tampoco el interés de la función de los veterinarios como médicos de estos compañeros del hombre.
Es de lamentar, sin embargo, que la profesión veterinaria no siempre sepa transmitir el mensaje de que sus actividades representan un auténtico Bien Público Mundial. No debemos dejar pasar la oportunidad de comunicación que nos brinda el 250 aniversario.
La OIE se ha esmerado para celebrar el año 2011 participando en la organización de eventos clave, en particular el lanzamiento oficial de las festividades en el palacio de Versalles (donde vivía Luis XV) el 24 de enero, al lado de los directores generales de la FAO y de la OMS. La profesión veterinaria está en primera fila en el mundo para alcanzar los objetivos de la OIE en los ámbitos de la salud y del bienestar de los animales, así como de la salud pública veterinaria, la seguridad del comercio mundial, la seguridad alimentaria, la investigación científica y la reducción de la pobreza.
Además, la OIE ha suscrito un protocolo de acuerdo con la Comisión Europea para emprender una campaña de comunicación al público en general basada en la realización de vídeos sobre el papel de los veterinarios en la vida diaria de todos los ciudadanos, folletos, concursos fotográficos y stands en eventos mundiales tales como la Semana Verde en Berlín y el Salón de Agricultura en París, la Conferencia mundial sobre la enseñanza veterinaria en mayo en la Escuela Veterinaria de Lyon y el Congreso Mundial Veterinario de Ciudad del Cabo en Sudáfrica en el mes de octubre.
Invito a todos los lectores de esta editorial, veterinarios o no, a brindar su apoyo a esta comunicación que pone de realce los vínculos tan importantes entre los animales y los hombres en el mundo.
Acceda a la campaña «2011 – Año Mundial Veterinario»: www.vet2011.org
Fuente: OIE