Departamento de Desarrollo Técnico – Laboratorios Biomont
La coccidiosis bovina es una enfermedad parasitaria que se manifiesta con enteritis, diarrea, y casos severos con disentería. Para evitar las graves pérdidas económicas que genera se recomienda el uso de toltrazuril (tolcocx), un anticoccidial que ayuda a controlar la enfermedad con una mayor efectividad costo-beneficio que otros productos.
La coccidiosis bovina es una enfermedad parasitaria causada por protozoarios de la especie Eimeria. Afecta animales menores de un año de edad, aunque ocasionalmente se presenta en animales de más edad, en especial si se encuentran condiciones favorables para su desarrollo.La coccidiosis se manifiesta por enteritis, diarrea, y en casos severos, disentería. No todos los miembros del grupo son igualmente afectados y las infecciones leves son autolimitantes. Las infecciones severas pueden ser fatales si no son tratadas. No podemos dejar de mencionar que la coccidiosis ha llegado a ser uno de los principales problemas encontrados en terneros de raza lechera cuando son criados agrupados y alojados en pequeños espacios (Van Metre et al., 2008; Bowman, 2009).
A pesar de ser una enfermedad que suele pasar desapercibida en las explotaciones ganaderas, la coccidiosis tiende a ejercer mayores efectos adversos sobre la salud y productividad de los animales de lo que el ganadero suele creer, sobre todo cuando éstos se encuentran sometidos a sistemas de producción intensivos, como es el caso de las aves, cerdos, conejos y la actual tendencia en la explotación comercial de los bovinos. Desde el punto de vista productivo, la coccidiosis causa pérdidas económicas indirectas por pérdida de peso, baja conversión alimenticia, retraso en el crecimiento, costos por gastos en servicios veterinarios, medicinas, y pérdidas económicas directas por la mortalidad que causa en algunos casos, en especial en las crías (Tamasaukas et al., 2010).
Prevención, tratamiento y control. Los terneros severamente afectados requerirán un tratamiento individual con anticoccidiales y, si se considera conveniente, fluidoterapia con electrolitos y la administración de antibióticos para controlar las infecciones bacterianas secundarias.
Un potente anticoccidial, el toltrazuril, ha sido utilizado exitosamente y puede ayudarnos a controlar la enfermedad con una mayor efectividad costo-beneficio que otros productos que existen en el mercado. El toltrazuril es un fármaco triazinon que tiene una actividad anticoccidial y antiprotozoaria de amplio espectro. Es activo contra las etapas sexual y asexual de las coccidias inhibiendo la formación de los esquizontes en desarrollo de primera y segunda generación y gametos de las especies patógenas de Eimeria de aves y mamíferos (Davis y Gookin, 2009).
El toltrazuril inhibe la división nuclear y la actividad mitocondrial de las coccidias. Daña los cuerpos formadores de la pared en los macrogametos y causa severa vacuolización del retículo endoplasmático en todas las etapas intracelulares de desarrollo de Eimeria. Puede ser administrado una sola vez o intermitentemente, en vez de la administración continua convencional. También permite el desarrollo de inmunidad hacia Eimeria, logrando una mejor prevención y control. El toltrazuril es lenta pero extensamente absorbido por el tracto gastrointestinal. La concentración plasmática máxima es lograda dentro de las 120 horas de su administración. Su principal distribución es hacia el hígado, riñón, músculo y grasa (Eghianruwa, 2014).