Uso de CALOI NF® en la Crianza de Ternero y Recría

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Lucía Villarreal – Área Técnica Laboratorios Biomont S.A.

Caloi NF® es una emulsión inyectable clasificada como reconstituyente vitamínico con minerales. La composición de Caloi NF® es la siguiente:

  Cloruro de calcio 2 mg
  Vitamina A 50 000 UI
  Vitamina D3 (colecalciferol) 7 500 UI
  Vitamina E (acetato) 5 UI
  Vitamina B12 (cianocobalamina) 120 µg
  Excipientes c.s.p. 1 ml

 

Caloi NF® está indicado para el tratamiento y prevención de enfermedades carenciales de calcio y vitaminas A, D3 y E como hipocalcemia, anemia, tetania, fracturas, cojeras, raquitismo (osteomalacia), osteoporosis y problemas de fertilidad. Favorece la reposición de calcio perdido por exceso de trabajo físico o desgaste del animal, permite el desarrollo de los tejidos corporales y otorga resistencia y rigidez a los huesos y dientes. La vía de aplicación es intramuscular profunda, 5 ml para terneros y 10 a 12 ml para bovinos adultos. Las recomendaciones primarias son: agitar el frasco antes de utilizar y aplicar con un intervalo aproximado de 1 mes en animales con problemas carenciales o necesidades especiales de calcio y vitaminas A, D3 y E, y según criterio del Médico Veterinario.

El calcio es un ion importante, un componente principal de los huesos y dientes, y es requerido para el mantenimiento del normal ritmo cardiaco, coagulación sanguínea e inicio de las actividades neuromusculares y metabólicas. Cuantitativamente, la participación del calcio en la formación ósea es la función más importante. El hueso no sólo actúa como un componente estructural o de apoyo del cuerpo, sino también como un tejido fisiológicamente vital que proporciona una fuente rápidamente disponible de calcio para el mantenimiento de la homeostasis. La homeostasis del calcio es regulada principalmente por la hormona paratiroidea, la calcitonina y la vitamina D (Harris et al., 2005) (Fig. 1).

El calcio es bien absorbido en el intestino delgado del ternero. Por lo tanto, la deficiencia primaria de calcio es extremadamente improbable, a diferencia de la deficiencia secundaria que posiblemente ocurre en terneros alimentados con altos niveles de concentrado sin aditivos vitamínicos o con concentrados que tienen altos niveles de fósforo. Además, las fuentes vegetales ricas en calcio son las leguminosas, una escasez de leguminosas sugiere una deficiencia de calcio. El requerimiento diario de calcio en terneros está entre 10-30 g dependiendo del tamaño y tasa de crecimiento (Andrews, 2004).

Figura 1. Metabolismo del calcio

Uno de los signos clínicos más tempranos de deficiencia de calcio es el pobre crecimiento y la falta de apetito. Como con la mayoría de deficiencias de minerales y vitaminas, los signos clínicos tempranos no son muy específicos, los terneros simplemente no parecen estar bien. Esto también puede aplicarse a los terneros que sufren parasitismo o enfermedades infecciosas, pero una vez desparasitados o sanos, los terneros deben ser suplementados con vitaminas y calcio para que mejoren su condición corporal. El calcio se necesita principalmente para la óptima función muscular del ternero (Moran, 2002).

Entre las enfermedades por deficiencia de calcio, el raquitismo es un problema de los animales en crecimiento, causado por deficiencia de fósforo, desbalance en la relación dietética de calcio y fósforo y deficiencia de vitamina D (Andresen, 2011). Los signos clínicos del raquitismo son: huesos mal formados, engrosamiento de las articulaciones, cojeras y rigidez (Fig. 2, Fig. 3); estos signos no son específicos para el calcio, ya que también pueden presentarse en la deficiencia de fósforo si la relación calcio:fósforo (que debe ser 1:1 o 2:1) no es la adecuada, o en la avitaminosis D (McDonald et al., 1999). En casos de raquitismo se recomienda la aplicación de Caloi NF® en terneros, 5 ml vía IM profunda cada 15 días por 3 veces y corregir la alimentación.

Las sales de calcio utilizadas por vía IM tienen menor riesgo de producir toxicidad cardiaca aunque su absorción más lenta puede retardar su efecto. También hay que tener en cuenta que el calcio aplicado vía IM sólo puede ser administrado en un máximo de 1.5 g/sitio de inyección, ya que existe riesgo de necrosis tisular.

Se han reportado conflictos de compatibilidad entre el calcio de uso intramuscular con los siguientes fármacos: emulsiones oleosas al 10% (fármacos con vehículos oleosos), clorhidrato de dobutamina, clorhidrato de oxitetraciclina, clorhidrato de tetraciclina y con estreptomicina. También se ha reportado incompatibilidad del cloruro de calcio con anfotericina B, cefalotina sódica y maleato de clorfeniramina (Plumb, 1999). En el caso de un tratamiento prolongado con alguno de estos productos, se recomienda una aplicación de Caloi NF® 12 horas después de la última aplicación de alguno de los fármacos mencionados.

Figura 2. Formación ósea normal y raquitismo

Respecto a las vitaminas, estas están clasificadas en hidrosolubles, tales como la vitamina B y C; y liposolubles, que incluyen las vitaminas A, D, E y K. Las vitaminas son utilizadas para la prevención y tratamiento de deficiencias específicas y cuando se sabe que la dieta es deficiente en vitaminas. También son utilizadas frecuentemente como terapia de apoyo y durante la recuperación de enfermedades debilitantes tales como las diarreas y enfermedades parasitarias en rumiantes. La administración de excesivas cantidades de vitaminas liposolubles, especialmente vitamina A o vitamina D, pueden ser perjudiciales porque se acumulan en el cuerpo y pueden causar cambios patológicos (Harris et al., 2005). Los terneros nacen con muy bajas reservas de vitaminas A, D y E, y por lo tanto, son muy dependientes del calostro para el abastecimiento de estas vitaminas. La deficiencia de vitaminas y calcio se presenta principalmente después del destete (Moran, 2002).

La vitamina D usualmente es proporcionada por alimento verde de buena calidad y la exposición a la luz solar. Debido a los actuales sistemas de alimentación en crianza intensiva, no suele haber problemas de deficiencia de vitamina D, sin embargo, los alimentos verdes suculentos contienen mucho caroteno y otras sustancias que tienen propiedades anti-vitamina D. La ingesta diaria óptima de vitamina D es 7-12 UI/kg de peso vivo (Andrews, 2004).

Figura 3. Secuencia de los cambios bioquímicos que conducen a los signos clínicos de deficiencia de calcio (Suttle, 2010).

Los signos clínicos de deficiencia de vitamina D usualmente son vistos en terneros en crecimiento. Se puede ver cierto grado de cojeras, particularmente de los miembros anteriores, que se ven curvados hacia adelante o lateralmente. Las articulaciones de los miembros y las articulaciones costocondrales están hinchadas. En algunos terneros el lomo estará arqueado y en casos severos la cola estará levantada. También se nota una tendencia marcada a estar echado (Andrews, 2004).

El uso de vitamina A en la vaca preñada es importante porque el caroteno no traspasa la barrera placentaria hasta que es convertido en vitamina A. Los terneros que son de rápido crecimiento, están estresados o en un ambiente con altas temperaturas requieren más vitamina A. La deficiencia de vitamina A resulta no sólo de una falta de la vitamina A liposoluble sino también de su precursor dietético caroneto. Se puede originar deficiencia secundaria donde hay suficiente vitamina A o caroteno pero no se alcanza un adecuado nivel tisular debido a un fracaso en la digestión, absorción o metabolismo. En los terneros se pueden ver cambios esqueléticos, se puede afectar también el cerebro y la médula espinal. Estas malformaciones pueden ser congénitas o post-natales y frecuentemente son debidas parcialmente al estado nutricional de la madre. Los problemas se presentan en períodos de sequías prolongadas (Andrews, 2004).

Otro órgano clásico afectado por la deficiencia de vitamina A es el ojo. Es el principal signo clínico de la hipoavitaminosis A y se presenta principalmente en bovinos en crecimiento criados intensivamente y alimentados con dietas basadas en cereales o concentrados sin una adecuada proporción de vitaminas (Scott et al., 2011). Siempre se debe recomendar la aplicación de Caloi NF® en animales con problemas oculares debido a carencias nutricionales, siempre y cuando estos no presenten ceguera, tumores oculares o se haya determinado que el problema ocular es de origen nervioso. Adicionalmente, los terneros con deficiencia de vitamina A tienen el pelaje áspero, pajoso, descolorido y seborrea generalizada.

La vitamina E, al contrario de lo que ocurre con las vitaminas A y D, no se acumula en el organismo en grandes cantidades durante un período de tiempo apreciable, por lo que es importante el aporte continuo. Funciona en el organismo fundamentalmente como antioxidante biológico. Por otro lado, la vitamina E participa de forma importante en el desarrollo y actividad del sistema inmune (McDonald et al., 1999).

La deficiencia de vitamina E puede causar distrofia muscular, también conocida como enfermedad del músculo blanco y puede verse a cualquier edad. Esta condición parece estarse incrementando debido al aumento del costo de los alimentos lo que hace que los criadores alimenten a sus terneros y recría con rastrojos de cosechas u otros productos poco nutritivos. La vitamina E tiende a agotarse con el almacenamiento. Las dietas de los terneros que tienen harina de pescado, harina de soya u otras semillas oleosas, pueden llegar a ser deficientes debido a su oxidación, lo que resulta en rancidez y destrucción de la vitamina E (Andrews, 2004).

La vitamina B12 es sintetizada casi exclusivamente por los microorganismos ruminales. Las principales fuentes naturales de esta vitamina son los alimentos de origen animal, siendo especialmente elevado el contenido en el hígado. Las coenzimas de la vitamina B12 participan en los sistemas enzimáticos, en especial en las enzimas que participan en la biosíntesis de metionina. Esta vitamina también es importante en la nutrición de los rumiantes porque interviene en el ciclo productor de glucosa (McDonald et al., 1999).

Los microorganismos del rumen sintetizan vitamina B12, por lo tanto, a pesar de la baja absorción de esta vitamina en el intestino, los rumiantes suelen cubrir sus necesidades. Sin embargo, si los niveles de cobalto en la ración son bajos, puede presentarse deficiencia y dar lugar a una disminución del apetito, emaciación y anemia. Si los niveles de cobalto son adecuados, no es necesario el aporte de vitamina B12, a excepción de los terneros muy jóvenes que no tienen desarrollados los microorganismos ruminales (McDonald et al., 1999).

En conclusión: se debe recomendar Caloi NF® en terneros y recría que sabemos sufren deficiencias nutricionales debido a la zona en que pastorean (sólo gramíneas sin leguminosas o pastos muy fibrosos), época del año (sequías, escasez de pastos), o que reciben concentrados de dudosa calidad. Los protocolos de tratamientos pueden ser los siguientes (a criterio): aplicación de Caloi NF® cada 15 días en problemas de raquitismo, Caloi NF® cada mes en animales que estuvieron enfermos (importante administrar vitaminas en fase de convalecencia) o tienen deficiencias nutricionales y Caloi NF® cada 3-4 meses como un refuerzo nutricional o adyuvante en la prevención de enfermedades. […]

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