Un estudio determinó que la raza colombiana de ganado criollo «Hartón del Valle» es resistente al virus de la Leucosis Bovina. El hallazgo contribuye a la reproducción de esta raza con ejemplares puros y a posibles cruzamientos con razas vulnerables a la enfermedad, así como debe incentivar a la investigación de los recursos genéticos criollos en los países Latinoamericanos.
El virus de la leucosis bovina (VLB) afecta el sistema inmune de este tipo de ganado, especialmente el destinado a la producción lechera, situación que, según investigaciones de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UN Sede Palmira, deja pérdidas anuales de hasta 24 millones de pesos en un hato.
Se trata de una cifra preocupante, si se tiene en cuenta la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2013, la cual muestra que el 80,3 % del uso del suelo colombiano (30.362.366 hectáreas) está destinado a la actividad pecuaria.
La producción nacional lechera es una de las actividades más importantes, pues genera el 16,3 % del empleo en el país, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística.
Aunque en Colombia las pérdidas económicas ocasionadas por la enfermedad no han sido cuantificadas, el panorama de la industria ganadera en Norteamérica muestra reducciones anuales de 7 millones de dólares, derivadas del decomiso de animales con algún tipo de tumor, y de 525 millones de dólares, por disminución en la producción de leche.
El VLB, también llamado leucemia o linfosarcomatosis, es una enfermedad infecciosa, crónica e insidiosa, que se puede transmitir por el uso de instrumentos veterinarios infectados, por picadura de insectos y a través de la sangre o de secreciones. El virus se encuentra en el calostro de la leche de animales infectados y puede ser transmitido de madre a hijo en la lactancia.
Los síntomas dependen del lugar en el que aparecen los tumores y pueden incluir desórdenes digestivos, inapetencia, pérdida de peso, debilidad y, a veces, alteraciones neurológicas. Los órganos afectados por este virus son el corazón, el bazo, el intestino, el hígado, el riñón, los pulmones y el útero.
Estudio en Hatos
Preocupado por los daños que podría causar el vlb en el país, el zootecnista Darwin Yovanny Hernández Herrera evaluó en su tesis del Doctorado en Ciencias Agropecuarias la resistencia genética de la raza bovina criolla Hartón del Valle a este virus.
Para ello, analizó 93 muestras de animales puros de cuatro fincas localizadas en el Valle del Cauca, 30 muestras de animales de la raza lucerna y 30 de la holstein. Las dos últimas se consideraron controles para la investigación.
A los animales se les tomaron muestras de sangre tres veces con un intervalo de cuatro meses. Los resultados fueron satisfactorios. El hartón del Valle evidenció menor tasa de infección, desarrolló menos linfocitosis (aumento de glóbulos blancos —linfocitos— que hacen parte del sistema inmunológico), tuvo una respuesta inmune más alta, presentó un mayor número de anticuerpos en la sangre y mantuvo una carga proviral más baja que las razas lucerna y holstein. Los datos confirman la fortaleza genética de la raza para controlar el desarrollo de la enfermedad.
La investigación también demostró que esta raza criolla posee características de rusticidad y una mayor adaptación a condiciones ambientales difíciles, plagas y enfermedades que circulan en el medio.
El zootecnista David Quintero Bastidas, investigador del Banco de Germoplasma Hartón del Valle, de Corpoica Palmira, asegura que la investigación ofrece dos grandes aportes. Inicialmente, le posibilita a esta raza ser una alternativa para trabajar en los sistemas de producción bovina, ya sea con ejemplares puros o en cruzamiento con razas de alta producción, cuya falencia sea su vulnerabilidad al virus. De esta manera se podrán obtener individuos con características productivas y de resistencia a la enfermedad.
En segunda instancia, se destaca la importancia de la raza criolla que, de acuerdo con los últimos censos, evidencia un decrecimiento poblacional que la califica como especie en peligro de extinción.
Se trata de una raza de alto valor genético para las condiciones de trópico bajo, que se debe recuperar y conservar. Este patrimonio cultural se encuentra en peligro, pues en un lapso de 10 años ha reducido su población en un 30 %.