En el caso que no se logre cubrir estos requerimientos se puede administrar premezclas y/o suplementos minerales. Se recomienda que por lo menos una parte de los microelementos en una premezcla sean de tipo orgánico.
Los minerales que requieren las vacas lecheras, se dividen en dos tipos: Los minerales mayores, que intervienen en cantidades mayores en las dietas y los minerales menores o microelementos o trazas, que intervienen en menores proporciones, pero que son igualmente importantes.
«Un grupo importante de los minerales mayores son las sales aniónicas que intervienen en la “diferencia catiónico-aniónica de la dieta” (DCAD)» como indica el Dr. Hans Andresen, pero ese tema es un tratado aparte.
Los minerales mayores son:
Calcio Ca 0.70 %
Fósforo P 0.35 %
Potasio K 1 %
Sal Na, Cl 0.25 %
Magnesio Mg 0.20 %
Azufre S 0.25 %
Figura 5: Minerales Mayores (Libro Alimentación de las Vaca Lecheras)
Es importante mencionar que los porcentajes mostrados en la Fig. 5 están referidos a la cantidad de materia seca que recibirá la vaca en el día.
Hierro Fe 80 ppm
Manganeso Mn 13 ppm
Zinc Zn 60 ppm
Cobre Cu 11 ppm
Selenio Se 3 ppm
Cobalto Co 1 ppm
Figura 6: Minerales Menores o Traza (Libro Alimentación de las Vaca Lecheras)
En la Fig. 6 vemos la cantidad recomendada y la unidad en peso con la que se trabajan estos minerales o trazas. La unidad «ppm» significa, «Partes por millón». Tal como su nombre lo indica, un ppm, representa uno de un millón de partes. O quizá lo entendemos mejor si lo presentamos como un gramo por cada millón de gramos. Como sabemos, un millón de gramos es un tonelada de peso. Entonces, una parte de por millón (ppm) de minerales, es equivalente a un gramo del mineral por cada tonelada de alimento.
Debemos tomar en cuenta que los forrajes aportan Selenio, más las gramíneas (chala) que las leguminosas (alfalfa) y dependiendo del contenido de los suelos (terrenos). Igualmente, los insumos usados en los concentrados contienen Selenio en cantidades variables, dependiendo también, del contenido de este elemento en el terreno utilizado para el cultivo del mismo. También se pueden aportar a la vacas suplementos o tónicos minerales.