El profesor PhD. Rodolfo Luzbel de la Sota, reconocido especialista argentino en reproducción bovina, realizó un interesante conversatorio sobre el diagnóstico clínico de las infecciones uterinas en la vaca lechera organizado por la Área de Capacitación de Perulactea, en beneficio de sus miles de usuarios interesados en tópicos de reproducción bovina.
En esta reunión virtual el profesional platense afirmó que este tema es de mucha actualidad en la producción láctea debido a que cuando se habla de las etapas que afectan la eficiencia reproductiva en la vaca lechera, se tiene una ventana de tiempo que va desde las 3 semanas pre-parto hasta 80 días post-parto, es decir aproximadamente 100 días en los que se pone en juego la fertilidad y producción de la vaca en la lactancia que está por comenzar.
Asimismo explicó, que si se presta atención a los momentos críticos de este proceso, se verá que primero se tiene un periodo de transición, sigue el parto y luego cuando termina el puerperio (que dura las 3 primeras semanas post parto) llega el momento para hacer el monitoreo de la salud del animal, para ver si se ha recuperado y si está en condiciones para ser liberada para servicio al entrar al final del periodo de espera voluntario.
Mencionó también que una de las primeras cosas que se deben recordar es que a partir de los años 2006-2007 se definieron bien la nomenclatura de los casos clínicos. De esta manera, la nueva terminología considera los procesos: metritis puerperal, metritis clínica, endometritis clínica, piometra, y recientemente se ha considerado endometritis sub-clinica.
Endometritis Clínica y Piometra
El Dr. de la Sota, aseveró que la Endometritis Clínica hace referencia a la inflamación únicamente del endometrio, con presencia de descarga purulenta por la vagina a partir del día 21 de lactancia (cuando terminó el puerperio), o también definida como la descarga mucopurulenta observable a partir del día 26 de lactancia. En estos casos la vaca llega a revisión por una descarga en la vagina, siendo el tratamiento para este problema la antibioterapia.
Mientras que para que se considere que el caso es una Piometra, debe haber acumulación de material purulento en el lumen del útero, con presencia de cuerpo lúteo persistente y cervix cerrado, aquí la vaca llega a revisión porque no entra en celo y el tratamiento es la aplicación de Prostaglandina para lisar el cuerpo lúteo, abrir el cervix y dejar que salga el contenido.
Opciones Diagnósticas
El Dr. de la Sota menciona que el diagnóstico de las endometritis clínicas se hacen mediante inspección y palpación rectal, aunque esta última posee baja sensibilidad, es decir se puede tener falsos negativos (se podría decir que esta bien, cuando en realidad la vaca tiene una colecta purulenta incipiente), por ello ahora se recomienda otros métodos de diagnóstico de infecciones uterinas como: el examen vaginal con espéculo, el examen manual de flujo vagina (flujeo), el metricheck sobre el flujo vaginal, la ultrasonografía y citología uterina para hacer un diagnóstico confirmatorio confiable.
En la inspeccion se debe revisar la base de la cola y la comisura de la vulva para ver si existe restos de pus, flujo purulento o sanguinolento, diferenciando si el problema es de útero o de vagina. La otra opción sería hacer palpación rectal (que depende de la habilidad del operador), pro que como ya se mencionó ya no se recomienda mucho por su baja sensibilidad.
Un estudio de Le Blanc (2002), determinó que la vaginoscopía permite hacer un mejor diagnóstico que la palpación rectal. Por ello se deben examinar todas las vacas después del día 21 post-parto (cuando se supone que la vaca naturalmente debe haberse librado de los problemas), para ver si hay descargas en la vulva o vagina. El autor del trabajo recomienda la utilización del espéculo para la vaginoscopía, para analizar si la vaca esta en condición de ser dada de alta o por el contrario debe ser revisada nuevamente.
En Nueva Zelandia se desarrolló un método diagnóstico denominado «Metricheck» que es un aparato alargado de acero inoxidable que se introduce por la vulva para que tome contacto con el cervix, con el objetivo de sacar una muestra del flujo mucopurulento., aunque podría resultar contraproducente al tener que introducirla en todas las vacas, quizás sin tener la opción de una buena desinfección entre vaca y vaca. Otra posibilidad que el profesor de la Sota menciona en la conferencia es el «Flujeo» o examen del flujo vaginal, que se hace con la mano con un guante de palpación, con el que se hace un barrido de la mucosa con la mano, para extraer el moco el cual puede ir desde transparente (color de un flujo de celo normal) que vendría ser grado 0; hasta mostrar colores purulentos los cuales se van clasificando de grado I a III, el grado III se reconoce porque es el que aparte del color purulento posee olor fétido.
El profesor argentino mencionó que otra opción para el diagnóstico de la endometritis clínica es la ultrasonografía que tiene la ventaja de que en tiempo real permite hacer la evaluación del tracto reproductivo del animal, donde se puede medir algunos aspectos como el grosor de los cuernos, que cuando muestra un caso de endometritis presenta un color anecoico (oscuro) con evidentes muestras de contenido purulento.