Una de las principales preocupaciones del productor de ganado de engorde, sea su desarrollo de manera extensiva con pasturas mejoradas o en lotes de engorde, es lograr mejoras sustanciales en la calidad de la carne producida.
En Perú el sector ganadero desarrolla varios sistemas de engorde: extensivo, semiextensivo e intensivo (estabulado). La elección del sistema dependerá del lugar donde se quiera producir, el piso forrajero disponible, la disponibilidad de ingredientes agroindustriales, el tipo de mercado objetivo y los centros de beneficio de carne. Mayores rendimientos se pueden encontrar en crianza estabulada en función del número de animales que se quiera engordar.
Para lograr progresivamente una mejor calidad de la carne producida es necesario tomar las mejores decisiones en el aspecto nutricional, es decir, tener una buena dieta que contenga las necesidades de nutrientes diarios y una buena logística en la adquisición de los ingredientes para mantener un precio estable del alimento, ello es importante pues el costo del alimento puede significar un 60 a 70% del costo total de producción, considerando además que los costos de insumos se han incrementado constantemente en los últimos años.
Manejo del ganado de carne en el Perú
En palabras del Director de la Clínica de Animales Mayores de la Universidad Mayor de San Marcos, Dr. Alfredo Delgado, tomando en cuenta que la materia prima para los centros de engorde es el ganado y este, en su gran mayoría, proviene de crianzas de ganado criollo de la sierra, en donde los sistemas de manejo son ancestrales y el ganado es producto de la selección natural. “En el caso de la selva hay ganado cebú o cebuizado que ofrece mejores perspectivas al ser un ganado con especialización para la producción de carne principalmente, hay un grupo de animales que proviene de la sierra que son el producto o remanente de las ganaderías de carne de antaño, y que podemos identificarlos como Hereford, Galloway, Scotch Highland y en los últimos tiempos Brown Swiss y cruces de ella, con algo de Simenthal y muy poco de otras razas cárnicas”, argumenta el catedrático sanmarquino.
El engorde de ganado para carne en sistemas semiintensivos, no tiene desarrollo significativo, detalla el Dr. Alfredo Delgado, pues lo que se suele hacer es engordar a los animales en las épocas de lluvias donde hay abundancia de forraje, proveyéndoles de un alimento que le permita ganar peso vivo, y combinando esta alimentación con forrajes cultivados en donde hay una adecuada asociación de gramíneas y leguminosas, de esta manera se suelen obtener ganancias de peso cercanas al Kg/animal/día. Los sistemas extensivos, resultan producto de la casualidad o de las condiciones ambientales que permitan realizarlo, en la Selva los animales en épocas de lluvia son mantenidos en potreros con buena pastura a los que se les suplementa con elementos minerales y en pocos casos con alimento balanceado a base a granos. En la zona altoandina lo que prima es la salida de animales bien confirmados en épocas de cosecha en donde aprovechan bien los subproductos de la agricultura y por ello hay buena conversión alimenticia, asevera el Dr. Delgado.
En nuestra selva se desarrolla la implementación de pasturas en donde se puede trabajar adecuadamente con leguminosas, en ese aspecto se encuentra el aumento de la eficiencia del ganado. En la zona altoandina lo que queda es trabajar en lo que la frontera agrícola permite.
Lo que se hace en la costa, concluye el académico, es establecer centros de engorde, que es una crianza intensiva de animales provenientes de diferentes regiones del país, y que permanecen poco tiempo, en promedio 90 días y en algunos casos menos, en donde se aprovecha el crecimiento compensatorio, lo que dará lugar al aumento de la carne en volumen y en calidad.
Entonces, los aspectos a mejorar serán la calidad genética, la nutrición y alimentación y la mejora en la sanidad del ganado que llega a estos centros de engorde.
En ese sentido, el Ing. MgSc. Enrique Uribe, profesional dedicado a la asesoría privada en producción de engorde, opina que el ganado proveniente de la sierra (en su mayoría ganado criollo), al haber sido criado en base al consumo de pastos nativos de baja calidad nutricional, muchas veces no se encuentra en buenas condiciones corporales. La edad aproximada de llegada al hato de engorde es alrededor a los 3 años, una vez ingresado a su nuevo establo se le debe cambiar la dieta a concentrados ricos en granos y poco forraje, a este proceso se denomina crecimiento compensatorio. El rendimiento de carcasa en esta etapa debe encontrarse entre los 160 y 180 kg por animal, al finalizar el período de engorde intensivo.
Cuidado medioambiental, influencia en la producción
Sobre este importante punto, el Dr. Alfredo Delgado opina que la eliminación de gases de efecto invernadero por parte de los animales es una realidad, en donde pocos estudios se han realizado y lo único que se ha establecido es que las explotaciones ganaderas de la costa justifican de alguna manera la contaminación en aras de producir carne de mejor calidad.
Es indudable que el factor medio ambiente es una variable importante, detalla el Dr. Alfredo Delgado, se debe intentar generar condiciones ambientales ideales, ello aportará en generar confort en el proceso y un incremento en la productividad. Algunos aspectos que no se deben descuidar son: proveer la cantidad necesaria de sombra, distribución, agua, dirección de los vientos, entre otros, de esta forma se garantizarán las buenas condiciones que el grupo de animales a engordar necesita.
Factor rentabilidad, consideraciones
La rentabilidad es y será el fin que determinará el éxito o fracaso de un negocio, en este campo el Dr. Alfredo Delgado, especifica que la rentabilidad de un centro de engorde puede estar dada por el tamaño del hato, pues por economía de escala, es probable que el centro de engorde, pueda tener mejores precios en el mercado de insumos para alimento, productos de uso veterinario y otros. Lo ideal será que el centro de engorde trabaje con buenos animales, jóvenes de preferencia y si tienen aptitud cárnica es mejor (razas de carne). Con ello se podrá obtener mejores resultados al aplicar una buena alimentación y sanidad.
La producción de carne siempre acarreará costos en función al aspecto nutricional, por ello para obtener una mayor rentabilidad se debe actuar con total coherencia al aplicar los métodos escogidos en el manejo de los animales. En ese sentido se debe realizar un cálculo de costos detallado, para priorizar gastos, esto quiere decir separar los gastos en costos de sanidad, alimentación, mano de obra y otros costos variables. Este análisis debe ser coherente con el precio actualizado de carne en el mercado. Es muy importante conocer la demanda, para determinar un punto de equilibrio y no producir en rojo. Correcta selección = mayor calidad de carne.
Acerca de este aspecto, el Ing. Enrique Uribe, opina que al elegir qué razas se usarán y cómo se realizarán los cruzamientos, se debe partir por analizar la ubicación de nuestro hato y obtener todo el conocimiento posible sobre la procedencia y potencial genético del ganado que llegará a nuestro establo. Este campo está estrechamente ligado a la rentabilidad, pues conoceremos cuál será el valor de nuestro producto final y a qué mercado podremos dirigirnos.
Para invertir adecuadamente en una determinada raza de animal, especifica el especialista, es necesario fortalecer otros conceptos, se debe formar un mercado en el cual poco a poco el consumidor busque aquellos cortes de carne de mejor calidad, para ello es fundamental la educación y la entrega de información por parte de todos los que intervenimos en el proceso de producción ganadera, pues el consumidor tiene que saber que determinados cortes tienen un precio distinto debido a su calidad, a ello se le denomina producto diferenciado. Lamentablemente, la mayor parte de la carne que encontramos en el mercado es de mediana calidad.
Hato de engorde, cómo constituirlo
Normalmente un centro de engorde tiene sectores como: Animales de reciente llegada o corrales de recepción, en donde se concentran los animales que entraron en la última semana, son animales que están acostumbrándose a lo que será su dieta en los próximos 90 días, algunos acostumbrándose a insumos poco comunes para ellos, en estos corrales reciben los primeros tratamientos y vacunas, así como manejo relacionado a descorne. La siguiente etapa es el de desarrollo o levante donde hay mejora en la alimentación, es probable que los animales reciban tratamiento complementario o dosis de refuerzo de vacunas. La última etapa es la de acabado, en donde se mejora la dieta sustancialmente y se mejora la presentación de la carcasa mediante la alimentación, buscando que la coloración de la grasa y carcasa sean agradables a la vista.
Sobre las dimensiones e infraestructura, el ganado de engorde debe tener un espacio ideal de 15 m2 por animal para así evitar el hacinamiento. El espacio para la alimentación también es importante, este espacio podría tener dimensiones de 70 cm por animal en el comedero. El área de sombra por animal está dentro de los 2 m2, los bebederos deben ser independientes por corral, entre otros datos. Ello depende del lugar donde se estabule y si hay disponibilidad de forraje para así analizar si se usa cercos eléctricos o espacio para silos de almacenamiento de forraje disponible de la zona. Además, se debe considerar un espacio de manga para el manejo de animales, zonas de administración, balanza, almacenes de alimento y materiales diversos, etc.
Sanidad e inocuidad en sistemas intensivos
Sobre ello, el Dr. Alfredo Delgado manifiesta que existen enfermedades como las neumonías que son de alto índice de presentación, que seguramente son materia de preocupación de muchos engordadores, luego ya vienen enfermedades variadas y dependen generalmente de la procedencia de los animales, y en donde los que vienen de la selva hacen cuadros de anaplasmosis o también de piroplasmosis, los procesos digestivos en animales que ingieren cantidades significativas de alimento, son motivo de preocupación.
Un problema latente, especifica el Dr. Alfredo Delgado, que merma las ganancias de los centros de engorde es la acidosis ruminal subaguda, una alteración que resulta del alto Mejora de la Calidad de la Carne en la producción del Ganado de Engorde consumo de carbohidratos y se traduce en menor consumo de alimento, menor digestión y menor ganancia de peso diario en un negocio en donde la ganancia de peso es la base de la rentabilidad.
Considerando los puntos antes desarrollados: sanidad, alimentación, cruzamiento y antecedentes, los cuales son ejes importantes en el engorde, se debe además tomar la opinión de los especialistas en cuanto a la importancia de engordar animales más jóvenes, que lleguen en buenas condiciones corporales, consumiendo pastos cultivados como alimentación previa de la zona de origen.
La visión del ganadero debe estar orientada a ofrecer un equilibrio entre mayor y mejor producción de carne. Obtener rendimientos mayores a los 200 kg por animal al final del engorde, detallan los especialistas, en sistemas intensivos serían objetivos iniciales para que a partir de ello se busque una mejora continua en nuestro sector ganadero.