De acuerdo con el programa de Transformación Productiva, Colombia debe priorizar tres segmentos para exportación, con destinos definidos: carne deshuesada, carne procesada y coproductos hacia China.
En el Programa de Transformación Productiva, presentado en el XXXII Congreso Nacional de Ganaderos de Colombia, se priorizaron mercados y segmentos en donde existen mayores opciones para colocar productos del sector pecuario bovino colombiano en el comercio de carne bovina del mañana. La metodología utilizada ponderó diversas variables, como el tamaño del mercado (crecimiento pronosticado, consumo total, cantidad y valor de las importaciones y déficit comercial), hábitos del consumo (consumo per cápita, preferencia por carne bovina y por carne bos taurus o bos indicus) y facilidad de entrada (requisitos sanitarios, aduaneros y aranceles).
De este análisis se desprendieron, entre otras señales de mercado, que la carne deshuesada es el producto de mayor comercialización a nivel mundial; como también que los coproductos y la carne procesada son los que mayores perspectivas de crecimiento ofrecen para el futuro y los que tienen el mayor tamaño frente al porcentaje de exportaciones de que son objeto.
Conforme a lo anterior, a la revisión de estadísticas y al concepto de expertos, el grupo de Transformación Productiva recomienda priorizar tres segmentos para exportación de productos bovinos colombianos, con destinos definidos: carne deshuesada para EE.UU., Rusia, UE, Egipto e Irán; carne procesada hacia EE.UU., UE, Suiza, Japón y Arabia Saudita y coproductos hacia China, UE, Rusia, Japón y Egipto.
¿Cómo hacerlo? ¡Es la pregunta del millón!
A este respecto, Andrés Moncada, Secretario Técnico del Fondo de Estabilización de Precios, FEP, señala que se debe observar, en primer lugar, el potencial ganadero nacional, originado en la estratégica ubicación geográfica colombiana en la franja tropical del globo, lo que permite alimentar al hato ganadero con pasturas durante todo el año.
Esto es que Colombia tiene uno de los más altos potenciales de generación de biomasa en el mundo, posiblemente será uno de los pocos en condición de aprovecharlo en los años venideros.
Más Rápido
Para Alfonso Santana Díaz, jefe de investigaciones económicas de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán-FNG), ese potencial debe reducirse en una mayor y más estable oferta de ganado, producido bajo una mayor condición de eficiencia es decir, acortando los tiempos de terminación de los ganados, lo cual no solo se gana en rentabilidad sino en calidad de los ganados.
Hay que provechar, por tanto, mejor el potencial alimenticio.
En cuestión de razas, argumenta Manuel Gómez, también de la Oficina de Investigaciones Económica de Fedegán – FNG, el hecho de que el hato ganadero colombiano esté conformado por animales principalmente con sangre cebuina (más del 80% del hato) ofrece perspectivas favorables para la producción de carne.
El brahman colombiano es internacionalmente reconocido como uno de los bovinos de mejor genética para este tipo de producción.
De otra parte, comenta Augusto Beltrán, director del Programa de Transformación productiva, Colombia tiene una proyección sin equivalentes para el aumento del hato en el período 2007 – 2017: 29,8%; bastante más de lo pronosticado para Brasil (15,3%), Nueva Zelanda (6,1%) o Australia (2,7%). Teniendo para el año 2020 un hato cercano a 30 millones de cabezas, el consecuente crecimiento de la producción de carne bovina estaría alrededor de 22,2%; tasa superior a la pronosticada para Brasil (19,9%), EE.UU. (7,5%) o Australia (8%) y sólo superada por Nueva Zelanda (24,2%).
No debe olvidarse lo avanzado en materia sanitaria por Colombia, enfatiza Ismael Zúniga, subgerente de Sanidad y Bienestar Animal de Fedegan-FNG, como la certificación de país libre de aftosa con vacunación en el año 2009 o lo conseguido en la contención y control de la brucelosis o la tuberculosis bovina.
Modernización
A lo anterior se suma, concluye Luis Fernando Jaramillo, gerente de Ciencia y Tecnología de Fedegán-FNG, el continuo proceso de modernización tanto de la producción primaria como de los frigoríficos (mejorando por igual indicadores como número de bovinos, sacrificio o rendimiento en canal) y el acceso logrado a diferentes destinos mediante Tratados de Libre Comercio, que sitúan a Colombia en una posición privilegiada entre los productores de carne bovina con mayor opción del mundo, pero sobre todo, con capacidad de aprovechar las oportunidades que ofrecerán los mercados internacionales del mañana.
Fuente: El Meridiano