La peste boba o neumoenteritis es una afección que se produce por el deficiente manejo de las crías a los pocos días de nacidas, generando problemas respiratorios, diarrea blanca y hasta en ocasiones, deterioro de la condición corporal.
Uno de los casos extremos de esta enfermedad es la deshidratación que puede llevar a la muerte del animal, razón por la que el productor debe tener estricto cuidado al momento del nacimiento de un ternero en su predio. Según algunos expertos, existen muchos métodos de prevención de la peste boba, que se convierten en mecanismos de protección del negocio ganadero.
Así es manifestado por Ricardo Mesa, médico veterinario especialista en Biotecnología en la reproducción con Magíster en Ciencias Veterinarias, quien indica que la neumoenteritis sí tiene cura pero es mejor la prevención de la enfermedad.
“Esta sí tiene cura pero depende mucho del momento o estado en que se encuentre la enfermedad. Por ejemplo, si en una finca se dan cuenta de la presencia de la peste boba en el momento en que ya está afectado el sistema nervioso es bastante difícil darle manejo a esta”, explica Mesa.
Para el experto, en ese tipo de casos de podría trabajar en una combinación de vitaminas de complejo B con Tiamina y aplicar un antibiótico, pero esto debe hacerse bajo las recomendaciones y atenciones de un profesional en el campo.
“Cuando las toxinas están afectando tanto al animal es difícil curarlo, por lo cual antes de llegar a este punto lo que debemos hacer es un tratamiento con antibióticos de amplio espectro para que se controlen estas toxinas”, detalla Mesa.
En este proceso de tratamiento, el profesional manifiesta que debe existir una adecuada hidratación de la cría, de tal forma que no se vea afectado su condición corporal y se puede tener una pronta recuperación.
De acuerdo con Mesa, “obviamente el camino más recomendable es la prevención. Si existe en la finca un histórico de la presencia de esta peste boba, lo que aconsejo es que el productor le aplique la vacuna contra esta enfermedad que está disponible en el país”.
El periodo ideal para la aplicación de este biológico es en el último mes de gestación de la vaca, de tal forma que esto sea una contribución a la salud del animal y a la prevención en el desarrollo de la salud de la cría.
Según Mesa, “puede colocarle también los minerales a la vaca para aumentarle un poco las defensas. Además hay que prevenirlo con una buena curación de ombligo y ojalá sea utilizando yodo con alcohol”, describe.
El profesional añade que es importante que los productores “hagan una revacuna 15 días después de la primera aplicación a la vaca en el último mes. Es importante que traten que las vacas de 8 meses sean vacunadas para que tengan tiempo de aplicarla de nuevo. Con este biológico se van a subir los niveles de anticuerpo”, concluye Mesa.