El estrés calórico, afecta la eficiencia reproductiva del ganado bovino, siendo las de origen Bos indicus la de mayor tolerancia a las altas temperaturas, mientras que las de origen Bos Taurus, son más sensibles al efecto negativo del estrés calórico.
Las vacas lecheras son altamente susceptible a las altas temperaturas, prueba de ello está en la reducción en fertilidad cuando este ganado es encuentra en climas cálidos o durante la época del año con mayor temperatura. Por ello, el porcentaje de concepción puede llegar a caer de 40% a 15% durante el verano. Además durante el verano existe una variación en la nutrición y ello conlleva a problemas metabólicos siendo el incremento de la urea el de mayor efecto negativo en la fertilidad. Se considera una vaca repetidora, aquella hembra que después de 3 o más inseminaciones sucesivas, con ciclos de duración normal, y sin anomalías anatómicas ni infecciosas evidentes en su aparato genital, fracasan al intentar quedar en gestación que pueden presentarse desde un 10 a 36% de repetidoras, con presentación temporal y concibiendo al cuarto servicio. Los factores que predispone pueden ser: edad de la madre, factores genéticos, procesos infecciosos, anomalías oviductales, disfunciones hormonales y muerte Embrionaria Temprana.
Estrés de calor
Nuestro país, cada día trata de mejorar la producción de leche y para ello se han desarrollado cuencas lecheras en la costa peruana donde se realiza el cultivo de productos de agro exportación, lo cual durante el verano las vacas sufren de estrés de calor, donde las vacas no tienen la suficiente capacidad de disipar el calor para mantener su temperatura corporal. El incremento de temperatura se produce por las temperaturas elevadas en el ambiente o durante los procesos fisiológicos como los procesos de fermentación ruminal y metabolismo de nutrientes. Como consecuencia de este proceso se presenta un incremento de la frecuencia respiratoria mediante el jadeo con la finalidad de eliminar el calor.
El estrés calórico, estimula el centro de la saciedad localizado en el hipotálamo provocando una reducción en el consumo y por consiguiente un descenso en la producción. El consumo de materia seca, puede disminuir de 20 hasta 14 kg cuando la temperatura corporal de vacas sometidas a estrés por calor asciende de 38,5 a 40 °C, por lo cual la producción lechera también se reduce de 34,3 a 27,8 kg/día. Estudios realizados en la Universidad de Arizona…
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