Los enormes problemas de infraestructura vial en un país como Colombia, dificultan el manejo sanitario de la leche, afectando su calidad, así como los costos de producción y la competitividad en mercados internacionales.
Se estima que la producción de leche en Colombia puede estar alrededor de los 18 millones de litros por día, que significa aproximadamente 6.700 millones de litros por año. El consumo per cápita implica unos 135 a 140 litros por persona durante el año, considerándose un consumo relativamente alto si se compara con algunos países de la región, pero bajo comparado con otros países europeos.
De acuerdo con el profesor Héctor Jairo Correa Cardona, zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín y doctor en Ciencias de Producción Animal, el país cafetero cuenta con un potencial enorme para incrementar el consumo de leche, ya que las recomendaciones oscilan entre los 180 y 190 litros por persona al año, y en esto todavía hay un camino por recorrer.
Sin embargo, advierte que se tienen dificultades en producción que deben superar para cumplir con esa meta, pues la leche se considera uno de los alimentos con mayor nivel de susceptibilidad por contaminación, debido a la manera como se recolecta, transporta y manipula en las plantas procesadoras.
“En promedio, tenemos leche con una calidad composicional (proteína y grasa) menor a la que se produce en otros países. Además, es una leche muy costosa y tiene problemas higiénicos relacionados con diferentes tipos de contaminantes físicos, químicos y microbiológicos que se adquieren durante el ordeño, la limpieza y la manipulación de los utensilios, lo cual puede llevar a que la leche llegue con contaminantes que son indeseables”, afirma.
También los altos costos de producción son limitantes para la producción nacional. En el sector de lechería especializada se obtienen leches de bajo contenido de grasas y proteínas con un alto nivel de productividad, pero se hacen bajo sistemas relativamente costosos, lo que como país nos hace poco competitivos en mercados internacionales.
“En los sistemas de trópico medio y bajo pasa lo contrario, tienen animales de menor nivel de producción de leche –lo cual hace que sea más costosa– pero con mejores contenidos de grasas y proteínas. No obstante, es aquí donde comienzan a aparecer de manera más marcada los problemas de higiene”, sostiene Correa.
A los problemas de producción y calidad, se le suma uno clave: el de infraestructura. Esto hace que los productores recolecten la leche y la lleven a centros de acopio o consumo en forma de quesos frescos o maduros, pero con leche cruda y sin pasteurizar.
“Este es el grueso de la leche del país. Se estima que más del 60% de la leche que se produce se comercializa como leche cruda. No somos un país tecnificado porque estos problemas de infraestructura vial inciden directamente en la calidad de la leche y sus costos de producción. Si no solucionamos este agravio, no vamos a ser competitivos en los mercados internacionales”, precisa el docente.
Por ello, concluye que el apoyo del Estado es vital para el mejoramiento de las vías y la creación de políticas que velen por el desarrollo del sector. “El apoyo del Gobierno es vital en el mejoramiento de las vías, pero también por parte de los productores que se deben mantener fortalecidos y capacitados; y la academia que juega un papel fundamental en el tema investigativo”, concluye.
Este análisis se puede extrapolar completamente a otros países que tienen las mismas características a las que se enfrenta la lechería en Colombia, por lo cual se requiere tomar mayor conciencia de la importancia que debe tener el hecho de implementar programas de calidad y/o certificación en las ganaderías lecheras.