Ganaderos de vacuno, veterinarios, investigadores, representantes de la administración y otros actores del sector se reunieron en enero en el Caixa Fórum de Madrid de la mano de Asoprovac, la asociación más representativa de vacuno de carne, para presentar los primeros resultados del proyecto Life Beef Carbon, destinado a reducir la huella de carbono de la carne de vacuno un 15% en los próximos 10 años, que se está llevando a cabo en Francia, Irlanda, Italia y España.
La producción española de vacuno de carne representa actualmente el 18% de la Producción Final Ganadera, con un valor de 3.283,3 millones de euros. Ante un sector de tal importancia, Asoprovac reunió a los socios europeos del proyecto Life Beef Carbon para presentar sus avances y apostar por una producción más sostenible.
El acto contó con la colaboración de AgroBank, cuya gerente, Carmen Sabrí, destacó que la lucha contra el cambio climático es un objetivo común y forma parte de la estrategia de CaixaBank y de AgroBank, por lo que “a lo largo de 2019 presentaremos más productos enfocados a ésta, que se unirán a los que ya tenemos”.
Reducir emisiones, principal objetivo
La situación actual de emisiones de GEI y los principales resultados de la última cumbre del clima de Katowice fueron los primeros aspectos tratados en la jornada. Los encargados de la exposición fueron Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa & Clima, y René Colditz, policy officer de la DG CLIMA.
En su ponencia, Elvira Carles se centró en la situación de las emisiones, donde resaltó que de cara a 2020 en el conjunto de la Unión cumpliremos sin ninguna duda el objetivo de reducción marcado (-20% de emisiones) e incluso lo rebasaremos pues ya rondamos el 22%. Ahora bien, “en 10 años tenemos que hacer lo mismo, reducir otro 20% de 2020 a 2030, y con más esfuerzo que el realizado en los últimos 25 años”, matizó. La situación de España, por el contrario, es muy negativa pues estamos en la cifra del 16%.
Aunque se han tomado muchas medidas para desarrollar una ganadería más sostenible y hoy en día somos más eficientes, en 1990 las emisiones de gases de efecto invernadero eran del 64% y en 2016 fueron del 67%. ¿Por qué este aumento? “Porqué en 2006 el Panel Intragubernamental del Cambio Climático cambió las reglas del juego. En 1990 se consideraba que 1 tonelada de metano emitía 24 toneladas de CO2, pero en 2006 afirmaron que 1 t de metano se traducía en 28 t de CO2. Además, al aumento de emisiones se suma el aumento del precio del CO2, que se ha multiplicado por 4 en los últimos años, pasando de 5 a 28 €”.
Por su parte, Colditz, que intervino en representación de Cristina Lobillo, jefa de Gabinete del Comisario Arias Cañete, presentó la estrategia de la DG Clima para afrontar los acuerdos internacionales logrados en materia de cambio climático poniendo de manifiesto los logros alcanzados como consecuencia de los Acuerdos de París y el más reciente de Katowice. De este acuerdo destacó el hecho de haber conseguido un punto de encuentro común “plasmado en un documento de 133 páginas que reconoce que el Acuerdo de París está funcionando”.
Al respecto, mencionó que aunque a nivel económico supone un esfuerzo luchar contra el cambio climático, “si no hacemos nada ahora por reducir las emisiones, en un futuro las inversiones para combatir sus efectos serán aún mayores”.
Life Beef Carbon, el compromiso del sector de vacuno de carne
Entretanto, en el segundo bloque de la jornada intervinieron los representantes del proyecto Life Beef Carbon, un plan de acción para reducir la huella de carbono un 15% en 10 años del vacuno en Francia, Irlanda, Italia y España. De este modo, el objetivo es estructurar, construir y promocionar el proyecto de forma colectiva y compartida en los 4 principales países productores de carne de vacuno.
El proyecto tiene la intención de promover sistemas innovadores de producción animal y prácticas asociadas a asegurar la sostenibilidad técnica, económica, medioambiental y social de las granjas de vacuno. Para alcanzar estos objetivos, los socios del proyecto aspiran a aumentar la concienciación de los productores de vacuno de carne y obtener el compromiso de técnicos, asesores y ganaderos para mejorar la huella ambiental.
En esta red europea participan más de 2.000 granjas de vacuno, incluyendo 190 asesores y 170 ganaderos innovadores produciendo una huella baja de carbono, y se pretende desarrollar herramientas de cálculo de la huella de carbono y herramientas para la toma de decisiones.
En este sentido, En España se ha creado BOVID, una herramienta de evaluación ambiental multicriterio de apoyo técnico a granjas de vacuno que evalúa la productividad medioambiental (fijación de carbono, mantenimiento de la biodiversidad, productividad alimenticia, calidad del agua y del aire, agotamiento de fuentes fósiles y efectos sobre el cambio climático) y la sostenibilidad de la granja, tanto económica como laboral.
Por un lado, el coordinador europeo del proyecto, Jean Baptiste Dollé (del Institut de L`Evage IDELE), explicó el alcance y los objetivos de reducción del Proyecto: “Un programa europeo doblemente etiquetado por la ONU y el ministerio de Ecología, distinguido el 1 de diciembre de 2015 con la etiqueta oficial LPAA (Plan de Acción París-Lima), y también premiado oficialmente en 2015 con la etiqueta COP21 por Ségolène Royal, exministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, por su ambicioso alcance y rigor científico”.
Dollé detalló que en Francia se está trabajando con el objetivo de cuantificar y aumentar las reservas de carbono en los suelos agrícolas un 4% cada año. El resultado es que la cría de ganado francés está incrementando anualmente el stock de carbono en los suelos, que es valorizado desarrollando setos en áreas cultivadas o cultivos intermedios; un aumento que podría alcanzar el 7% en 2030.
La encargada de exponer el estado del proyecto en España, así como las granjas involucradas en el mismo, fue la gerente de Asoprovac, Matilde Moro. Para Moro, uno de los puntos más relevantes del proyecto es la importante sensibilización que está generando entre los ganaderos, así como el convencimiento de que, a diferencia de otros sectores de actividad, el de vacuno de carne tiene capacidad para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Monitorización de las granjas
A continuación, los técnicos de las diferentes organizaciones miembro del Life Beef Carbon expusieron cómo se está realizando la evaluación y monitorización de las granjas participantes con el diagnóstico ambiental en los cuatro países. El análisis de las 2.000 granjas participantes permitirá establecer referencias sobre la huella de carbono en los sistemas de producción más representativos a nivel europeo, y así promover posteriormente mejores técnicas ambientales. Al tiempo, posibilitarán mejorar el rendimiento económico y las condiciones de trabajo del productor en cada tipo de sistema.
La última ponencia de la jornada la impartió Joaquín Chaparro Rodriguez, asesor vocal de la Secretaría General de Agricultura y Alimentación del MAPA, quien analizó el cariz medioambiental de la nueva propuesta de la CE para la PAC, destacando que “la próxima PAC es la más importante de la historia en cuanto a conciencia climática y ambiental”. Al hilo, señaló que ésta será mucho más exigente a nivel medioambiental, incluyendo como principal novedad los Eco-esquemas en las ayudas del primer pilar, mientras que las ayudas adicionales serán incentivadas.
La encargada de la clausurar fue Josefa Lueso Sordo, subdirectora general de Productos Ganaderos del MAPA, que estuvo acompañada por el presidente de Asoprovac, Alberto Juanola y Jean Baptiste Dollé, quienes subrayaron la importancia de que todos los actores implicados en la lucha trabajen de forma unida y coordinada. Así, Dollé puso en valor el trabajo y los objetivos conseguidos por los integrantes del proyecto, así como que la reducción de la huella de carbono de forma sostenible es posible, y lo deseable sería hacerlo extensible a un mayor número de ganaderos en más países de la UE, pero para ello, añadió, “necesitamos apoyo financiero”.
Por su parte, Alberto Juanola puso el acento en la importancia de esta iniciativa para la concienciación del sector ganadero. Subrayó la necesidad de trabajar de manera coordinada entre administración, investigadores y sectores para ser capaces de afrontar este reto desde el punto de vista no solo medioambiental, si no social y económico para así satisfacer las demandas de la sociedad.
Para concluir, Josefa Lueso elogió el trabajo realizado por el Life Beef Carbon, del que destacó que, en el contexto de trabajo del grupo “es muy importante partir del conocimiento de la realidad para poder trasladar soluciones equilibradas y razonables al sector que permitan, además de la sostenibilidad ambiental, también la sostenibilidad social y económica”.