Noticias Internacionales

Ganadería 4.0: La Era de las Vacas con Chips en Argentina

Publicado

en

(1.288 lecturas vistas)

COMPARTIR

La revolución en el campo llegó para quedarse. Al respecto, Agrofy News dialogó con Aníbal Pordomingo para conocer que implica una ganadería más precisa e inteligente.

Como todos los años, el INTA Manfredi (Córdoba) Argentina fue sede del Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión y Expo de Máquinas Precisas. En su 17° edición durante los días 19 y 20 se presentaron diversos bloques dedicados a las novedades sobre la tecnificación y digitalización del agro en Latinoamérica, el automatismo de la maquinaria agrícola y la ganadería de precisión.

Agrofy News decidió sumergirse en el mundo de la ganadería 4.0 de la que no se conoce mucho hasta al momento, o al menos no tanto como en agricultura. Al respecto, dialogó con el ingeniero agrónomo Aníbal Pordomingo del INTA Anguil, La Pampa, uno de los expositores y quien conoce el tema muy de cerca.

“La ganadería está intentando incorporar tecnología de precisión asociada a la informatización, la robotización, la automatización de procesos, y ya hay algunos desarrollos especialmente en otros países”, y agregó: “Recién en los últimos años la tecnologías se miniaturizaron y abarataron como para que el sector agropecuario pueda utilizarlas porque si no sería muy oneroso y complejo”.

Si Argentina quiere jugar en primera en la exportación de carne, tendrá que subirse a la vanguardia de la ganadería de precisión. Al respecto, Pordomingo fue claro y contundente: “Los países que están compitiendo en el mercado internacional usan todas estas tecnologías, y muchas de las exigencias de las gestiones sobre los protocolos de compra van a demandar información del proceso de producción. Así que la única manera de relevarlo con homogeneidad y cierta sistematicidad es mediante tecnologías de automatización”.

De acuerdo a lo expresado por el especialista del INTA Anguil, la automatización en la ganadería brinda gran cantidad de información, mayor eficiencia y ahorro de tiempo en los procesos, mejor trato con los animales, control de las emisiones de gases de efecto invernadero, entre algunas de las características.

Países con la última tendencia

Argentina aún se encuentra en una etapa muy primitiva de adopción de  tecnologías relacionadas a la ganadería de precisión. En este sentido, Pordomingo, expresó: “Algunos productores de punta están incorporando sistemas de caravanas de animales no solo por las obligaciones sanitarias del Senasa, sino para uso interno de las empresas. Se pueden utilizar para localizar el individuo en un grupo y poder seguirlo, conocer su peso, su comportamiento e incluso hay quienes están pensando en incorporar caravanas activas”.

Para el ingeniero, en los próximos cinco años habrá una explosión de estas tecnologías en Argentina. Hay empresas nacionales que están imaginando producirlas localmente para no tener que importar esos equipos, ya que se pueden adaptar y desarrollar a nivel local. “Estamos armando un convenio con Australia que quiere generar una idea integrada entre balanzas y comederos inteligentes”, comentó.

“Australia lidera esta tendencia de ganadería de precisión porque quieren controlar costos, tienen problemas de mano de obra, de accesibilidad a algunos lugares, estás inventado sensores automáticos en puntos críticos para no gastar horas hombres, horas vehículo y caminos. Estados Unidos también, tal vez con menos interés, porque tienen un sistema de producción ganadero más industrializado”, describió el técnico.

La vidriera de la ganadería de precisión

Pordomingo hizo referencia a diferentes casos de automatización y digitalización en la ganadería. Para tomar dimensión de todo lo que es capaz de hacer la tecnología, compartimos algunos ejemplos.

“Hay sistemas automáticos de detección de animales que están en grupos pero al acercarse a un comedero, este puede decidir a qué animal darle qué tipo de suplemento. El animal está chipeado, tiene una caravana y con eso se identifica al llegar al comedero. El sistema puede ser actualizado en forma remota”, describió Pordomingo.

Luego, se refirió a los comederos inteligentes que registran todo el alimento que el animal va a retirando, se puede saber cuánto come, cuando, cual es el comportamiento de los animales vinculado a determinadas temperaturas. “Al saber cuánto come ese animal se puede asociar a su cambio de peso y con eso sacar un indicador de eficiencia de conversión, que también se asocia a otro indicador de consumo residual. En la medida que uno pueda medir en forma continua y detallada puede vincularlo a su carga genética y a la de sus padres”, agregó.

Entre las novedades, también aparecen las barreras virtuales. Según comentó el especialista se podrían reemplazar los alambrados eléctricos convencionales. Con posicionamiento satelital de los animales, con pequeños chips que tienen un GPS a partir de los cuales se puede saber dónde están y si esa señal se vincula a un estímulo en el animal que es una pequeña batería, generan estímulos positivos o negativos en el animal hacia ciertos sectores. “Así se puede ordenar el pastoreo de parcelas y lotes, o hacerlo transitar a lugares que es muy difícil de acceder con vehículo o a caballo”, resaltó.

Mejor tarde que nunca

En diálogo con Pordomingo surgió la pregunta ¿Por qué la precisión a la ganadería llegó más tarde que en la agricultura? A lo que respondió: “La ganadería siempre fue más compleja, es un proceso de transformación secundaria, intervienen animales, son seres más complejos, animales que se mueven y hay que alimentar. En el caso de  los bovinos es más complicado porque son más grandes; en cambio, en aves y cerdos llegó muy rápido, hace tiempo fue instalado”.

Entre otro de los argumentos, indicó que Argentina no tuvo un boom de negocio internacional de ganadería y de tracción de demanda sobre el precio como lo tuvo con la agricultura. Sumado a eso, resaltó que el avance tecnológico en maquinaria también acompañó, ya que brinda más  posibilidades de colocar sensores y mayor control que ponerlo sobre animales, que son menos predecibles que una máquina.

“La carne estuvo mucho tiempo con un rol muy secundario en la economía, más bien de abastecimiento del mercado interno, sin una explosión de precios. Ahora cuenta más apertura hacia los mercados globales y una expectativa de que el único eje de crecimiento posible de la ganadería es la exportación”, aseguró Pordomingo.

¿Amenaza laboral?

Al ser consultado por las desventajas que podría tener la ganadería de precisión, explicó: “Eventualmente puede desplazar alguna mano de obra, una mano de obra que ya no existe. Hay muy poca gente que esté dispuesta a trabajar en el campo y quienes están dispuestos, lo quieren hacer en procesos de mayor calidad”.

Según su mirada y experiencia en el tema, probablemente aparezca más gente interesada en gestionar sistemas automáticos, en aprender a dar de comer con sistemas inteligentes o poner comederos suplementadores o controlar barreras virtuales que gente dispuesta a caminar hacia potreros para poner un boyero eléctrico. En este sentido, aclaró: “Desde ese punto de vista, la pérdida de mano de obra es bastante relativa”, y analizó: “No va a desplazar la mano de obra, quizás exija mano de obra un poco más calificada”.

Por último, reflexionó: “Toda esta tecnología ayuda a que nos convenzamos que en el sector ganadero necesitamos darle mejor calidad de vida y mejores expectativas  a las personas involucradas”.

 

Leer más
Click para comentar

Deja un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Internacionales

Colombia trabaja para declarar región como «Libre de Fiebre Aftosa sin vacunación»

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Noticias Internacionales

Desarrollan vacuna contra el virus de la fiebre aftosa con tecnología innovadora

Publicado

en

COMPARTIR

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA), el National Research Council de Canadá (NRCC) y Bioinnovo –empresa de base tecnológica conformada por el INTA y Vetanco SA– trabajan con la primera vacuna contra el virus de la fiebre aftosa que no utiliza material infectivo en su proceso de manufactura. Se trata de un hito de relevancia mundial.

La fiebre aftosa es la primera barrera en la comercialización internacional de productos agropecuarios. Los brotes de la enfermedad tienen un gran impacto económico y social a nivel global. Se estima que en las regiones endémicas las pérdidas anuales asociadas a esta enfermedad son de entre 8,4 y 27,3 billones de dólares.

Recientemente se reportaron brotes en animales salvajes en Alemania y en bovinos en Israel, que confirman los riesgos e importancia de contar con estrategias preventivas para esta enfermedad. Para prevenirla existen vacunas efectivas que emplean material infectivo en el proceso de producción. Muchos países deciden no tener plantas productivas de la vacuna dentro de sus territorios o prohíben trabajar con cepas diferentes a las de circulación regional, restringiendo la producción al mercado local.

Por esto, Bioinnovo –empresa de base orientada a la salud animal con más de diez años de trayectoria formada entre el INTA y Vetanco S.A.– es decir, “se puede producir en instalaciones convencionales utilizando los mismos equipos y tecnologías que los ya empleados en la fabricación de cualquier vacuna que utilice células de mamíferos en su proceso productivo”, explicó Andrés Wigdorovitz, director de INCUINTA y Bioinnovo.

“Se trata de una solución segura, eficaz y con perspectivas de posicionarse como una alternativa superadora en cuanto a requerimientos de seguridad y versatilidad”, aseguró Wigdorovitz. “Es la primera vacuna contra la fiebre aftosa en células de mamífero en no utilizar material infectivo en ninguna etapa del proceso productivo”, agregó, y destacó que “el proyecto de una vacuna recombinante para el tratamiento de la fiebre aftosa comenzó hace más de diez años en el Instituto de Virología y fue protegida por una patente a fines del año 2022”.

Por su parte, Marianela Dalghi, investigadora en Bioinnovo y responsable actual de liderar el proyecto, indicó: “Su fórmula basada en cápsides vacías recombinantes (o VLPs, del inglés Virus-Like Particles) hace que no sean necesarios procesos exhaustivos de purificación para eliminar proteínas no estructurales del virus y permite fácilmente discriminar animales infectados de vacunados (DIVA)”.

En ese sentido, al no utilizar virus infectivo en ninguna de las etapas de producción, “la fabricación de nuestra vacuna no está sujeta a las limitaciones nacionales e internacionales de manejo de cepas virales”, subrayó Dalghi. Además, destacó que “ofrece gran potencial para diversificar los portfolios vacunales, alcanzar nuevos mercados, expandir los bancos de antígeno, potenciar la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias en el país y agilizar el desarrollo de vacunas contra cepas virales emergentes”.

En los últimos dos años de trabajo, Bioinnovo logró validar la tecnología desarrollada a escala preindustrial, y avanzar en la elaboración de la documentación necesaria para su registro.

Se está trabajando, en esta etapa, en la búsqueda de un socio internacional. “Este trabajo se está realizando en forma articulada con Cancillería de la Nación de forma muy alentadora, para llevar la tecnología a la etapa de lanzamiento comercial dentro de 2 a 4 años, y con un producto que sea innovador, seguro y tan eficaz como las mejores vacunas disponibles actualmente”. subrayó Wigdorovitz

Por su parte, Jorge Winokur, presidente de Bioinnovo y Vetanco, declaró: “Desde Bioinnovo y su socio comercial Vetanco seguimos invirtiendo en plataformas de vacunas bioseguras para abastecer al mundo en el control de brotes de variantes exóticas”.

Esta política de manipulación segura de materiales va acompañada de los productos de la plataforma Biotech para inmunidad de las mucosas y la línea Vedevax de vacunas dirigidas. Y añadió: “Estamos orgullosos de contar con un equipo comprometido de investigadores, innovadores y técnicos”.

Nueva tecnología

La metodología actual que se empleó para producir nuestra vacuna recombinante se basa en el crecimiento en un biorreactor de las células de mamífero CHOBRI TM que contienen la información para producir de manera inducible VLPs del virus de la fiebre aftosa.

La estrategia de optimización de la producción inducible de VLPs que se desarrolló ha sido patentada por el INTA en conjunto con el NRCC.

Los biorreactores que se utilizan son los mismos que se usan en la producción de vacunas antiaftosa para replicar a las partículas virales infectivas en células de mamífero BHK-21. Luego de que las células alcanzan una masa crítica de crecimiento, se induce la expresión de las VLPs utilizando cumato, un compuesto químico que no es tóxico y es ampliamente accesible.

Después del período de inducción, se colectan las células y se lisan, y posteriormente se somete al lisado celular a procesos de purificación. Finalmente, se adicionan adyuvantes y excipientes de modo de obtener la formulación final, a la cual se le realizan los más estrictos controles de calidad.

Premio a la solución innovadora

Entre más de 1.500 postulantes, el proyecto desarrollado en conjunto por el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRCC) y el INTA, actualmente liderado y financiado por Bioinnovo, ganó la 15° edición (2024) del Concurso de Soluciones Innovadoras Banco Nación, organizado por la Fundación Empretec.

Este premio destacó la vacuna innovadora para prevenir la fiebre aftosa que utiliza cápsides vacías y genes recombinantes sintéticos, eliminando la necesidad de material infeccioso.

Este premio no sólo reconoció un avance científico-tecnológico sino también el esfuerzo de trabajo en equipo y compromiso para crear soluciones con impacto positivo a nivel mundial.

Leer más

Noticias Internacionales

Congreso Mundial Brown Swiss 2025: ¿Qué conferencistas internacionales se darán cita?

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Tendencia