Fasciolosis Humana

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Dr. César Náquira Velarde. Instituto Nacional de la Salud del Perú

I. DEFINICIÓN 

La Fasciolosis es una zoonosis parasitaria causada por la Fasciola hepatica que ocasiona patología y sintomatología hepato-biliar. El Perú muestra tasas altas de fasciolosis animal y humana (1).

II. EL PARÁSITO Y SU CICLO EVOLUTIVO 

La Fasciola hepatica adulta, es un gusano aplanado en forma de hoja. Mide de 2-5 cm. Es hermafrodita. Los huevos en el exterior y en un ambiente acuático, desarrollan en su interior el miracidio, que al eclosionar, busca al caracol Lymneido (2), lo penetra y se desarrollan los estadios larvarios de esporoquiste, redia madre, redia hija y cercarías, las que abandonan al caracol y se adosan a las hojas y tallos de las plantas acuáticas, transformándose en metacercaria (forma infectante).

Esta es ingerida por el animal o el hombre, en el «berro», verduras de tallo corto o en el agua, deja en libertad la forma juvenil en el intestino, la que penetra la pared intestinal, cae a la cavidad peritoneal y se dirige al hígado, perfora la cápsula de Glisson y migra por el hígado hasta las vías biliares, donde finalmente se desarrolla el adulto. El tiempo entre la ingesta de la metacercaria y la localización del adulto es de 2 a 3 meses.

Figura 1. Ciclo biológico de Fasciola hepática (tomado de Atlas de Parasitología Médica)

III. EPIDEMIOLOGÍA

En zonas ganaderas como los del valle del Mantaro y Cajamarca, más del 80% del ganado está parasitado por Fasciola hepatica con pérdidas de alrededor de $11.000.000 al año (1). La infección humana es importante en las áreas endémicas; alrededor del 15% en escolares y también en zonas no endémicas, en especial en personas que suelen ingerir ensaladas con «berros».

 

Figura 2. Caracoles del Género Lymneae

IV. PATOLOGÍA 

Las lesiones más importantes se encuentran en el parénquima hepático, durante la migración del parásito y en las vías biliares, el hábitat del adulto. Las formas juveniles en su migración pueden producir hemorragia peritoneal y lesiones necróticas en el hígado.

En la fase de localización del parásito, la mucosa biliar presenta algunas áreas desprovistas de mucosa, o con metaplasia en otras; no es infrecuente ver abundante sarro biliar y cálculos concomitantes con el parasitismo. La pared del conducto biliar se observa de contornos irregulares y con gran abundancia de tejido fibroso rodeando a los conductos biliares.

Las sustancias antigénicas se encuentran en el excretado/secretado (E/S) de Fasciola hepatica (3). Existen casos de localizaciones extrahepáticas del parásito: el tejido celular subcutáneo del hipocondrio derecho, páncreas, epiplon etc.

V. FORMAS CLÍNICAS 

Se considera las siguientes formas de presentación clínica:

1. Sintomática: Aguda o invasiva, crónica o de localización y extrahepática.

  • Aguda o invasiva.- Hay tres elementos esenciales a identificar: hepatomegalia dolorosa, fiebre y eosinofilia con cifras que superan frecuentemente el 30-40%.
  • Crónica o de localización.- La sintomatología y signología corresponden a padecimiento crónico hepato – biliar incluyendo cólicos biliares y litiasis biliar.
  • Extrahepática.- Incluye nódulos subcutáneos en el hipocondrio derecho, seno derecho, escápula derecha con poco dolor local y signos inflamatorios. Eosinofilia alta.

2. Asintomática: En algunas personas los síntomas o signos suelen pasar desapercibidos.

VI. DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO 

En la forma aguda, la búsqueda de huevos en las deposiciones es inútil, ya que las formas juveniles están en el tejido hepático, por lo tanto las pruebas inmunobiológicas son importantes. Son útiles la inmunoelectroforesis o inmunodifusión buscando el arco 2 de Caprón (4). El inmunoblot o westernblot tiene buena sensibilidad y especificidad (5,6). Se han identificado tracciones antigénicas en las cistenilproteasas de Fasciola hepatica (7).

En las formas crónicas, la búsqueda de huevos en heces es lo indicado. Son útiles la sedimentación rápida de Lumbreras (8). Recientemente se han preparado anticuerpo s monoclonales contra el parásito y ello ha permitido elaborar la técnica de ELISA para detectar los coproantígenos (E/S) del parásito en heces. La ecografía de vías biliares (v.b.) puede detectar al parásito moviéndose en las v.b. o vesícula. En formas extrahepáticas, la eosinofilia alta es orientadora; Fasciola hepatica en las biopsias confirma el diagnóstico.

VII. TRATAMIENTO

Durante décadas fue la emetina, la dihidroemetina y el bitionol, retiradas del mercado.

El triclabendazol es la droga de elección en la actualidad. La dosis es de 10-12 mg./kg. de peso que puede administrarse como dosis única, pero en nuestra experiencia es recomendable dos dosis, con el intervalo de un día y administrando la dosis después del desayuno (9).

El praziquantel, útil en otras trematodosis, no lo es para fasciolosis por Fasciola hepatica.

VIII. PRONÓSTICO 

Es grave, en ocasiones mortal cuando hay perforación hepática y hemorragia peritoneal, y benigno cuando se trata a tiempo la forma aguda y no hay mayores complicaciones en la forma crónica.

IX. CONTROL 

Como toda zoonosis, el tratamiento de la fasciolosis animal es parte importante del control (dosificación del ganado de manera regular).

Además la educación sanitaria de la población dirigida a evitar ingerir vegetales de tallo corto, principalmente «berro» o tomar agua sin hervirla, en lugares endémicos.

X. BIBLIOGRAFÍA 

  1. Leguía, G. 1991. Distomatosis hepática en el Perú. Epidemiología y Control. Segunda edición. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
  2. Vivar, R. 1987. Aportes al conocimiento de algunos Tremátodes en el Perú. Tesis. UPRP, Lima.
  3. López, M; Zerda, K; Náquira, C. y Guerra, H. Major Fasciola hepatica antigens are mainly localized within !he digestivo tubo of the adulto Parasitología al Día. 1997;21:104-108.
  4. Caprón, A; Biguet, G; Tran Van Ky e Rose G. Posibilities nouvelles daos le diagnostic immunologie de la distomatose humaine a Fasciola hepatica. Press.Med.1964;72:3103-31O7.
  5. Córdova, M; Herrera, P; Nopo, L; Bellatin, J; Náquira, C; Guerra, H. and Espinoza, J. Fasciola hepatica cysteine proteinases: immunodominant antigens in Human Fascioliasis. Am. J. Trop. Med. Hyg., 1997; 57(6):660-666.
  6. Córdova, M; Reátegui, L. and Espinoza J.R. Immunodiagnosis ofhuman fascioliasis withFasciola hepatica cystineproteinases. Trans. Roy. Soco Trop. Med. Hyg. 1999; 93:54-57.
  7. Rege, A; Herrera, P; López, M. and Dreden, M. Isolation and characterization of a cysteine proteinase from F asciola hepatica adult worms. Mol. Biochem. Parasit. 1989; 35:89-96.
  8. Lumbreras, H; Cantella, R; Burga, R. Acerca de un procedimiento de sedimentación rápida para investigar huevos de Fasciola hepatica en las heces, su evaluación y uso en el campo. Rev. Med. Peruana 1962; 31:167-174.
  9. Lecaillon, J.B; Godbillon, J; Campestrini, J; Náquira, C; Miranda, L; Pacheco; R. Mull; R. & Poltera; A. A. Effect of food on bioavailability of triclabendazole in patients with fasciolasis. Br. J. Clin. Pharmacol. 1988; 45: 601-604.

 

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