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¿Cómo afectará la COVID-19 a la salud animal y a los servicios veterinarios?

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El confinamiento, la inactividad y los efectos de la crisis económica pueden tener consecuencias sobre la viabilidad de las explotaciones ganaderas y la calidad de los servicios veterinarios

Un estudio realizado por el veterinario Christian Gortázar y José de la Fuente, miembros del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC), apunta los posibles efectos de la crisis actual del coronavirus COVID-19 sobre la salud animal.

Las medidas para hacer frente la actual pandemia de COVID-19 han incluido prohibiciones de viaje y distanciamiento social, lo que resulta en cambios repentinos en la actividad humana y los efectos posteriores en la economía global y nacional. Los autores afirman que la salud animal probablemente se verá afectada por COVID-19 a través de las consecuencias inmediatas del confinamiento humano repentino y la inactividad, y a través de las consecuencias a largo plazo de la próxima crisis económica en los medios de vida de los agricultores y las capacidades de los servicios veterinarios.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), las actividades esenciales que debe mantener cada país durante la crisis COVID-19 incluyen servicios de regulación e inspección veterinaria nacionales y regionales, inspección y seguridad alimentaria, atención a situaciones de emergencia, medidas preventivas como vacunación contra enfermedades con un impacto económico o de salud pública significativo, y actividades de investigación prioritarias. De hecho, la salud animal juega un papel importante en la mejora de la calidad de vida y como motor del crecimiento económico.

EFECTOS DE LAS CRISIS SOBRE LA SALUD ANIMAL

Los expertos hacen referencia a la existencia de antecedentes de los efectos de las crisis sanitarias sobre la salud animal. Por ejemplo, “el impacto del brote de fiebre aftosa en 2001 en el Reino Unido en el control de la tuberculosis bovina fue sustancial, ya que las pruebas de tuberculosis en rebaños disminuyeron tres cuartos en 2001 y el número de nuevos incidentes de dicha enfermedad casi se duplicó posteriormente en 2002”.

En la crisis actual, debido a la restricción de la actividad humana, se ha observado un mayor acercamiento de la fauna salvaje, a las áreas urbanas o zonas agrícolas, lo que aumenta el riesgo de infecciones como consecuencia de la interacción de los animales salvajes con los animales domésticos.

Por otra parte, apuntan que una disminución de la caza como consecuencia de restricciones en la actividad no esencial durante el encierro, podría resultar en un control insuficiente de la población de los reservorios de vida silvestre como el jabalí.

La misma suerte corre la peste porcina africana, enfermedad devastadora sobre cerdos y jabalíes. Sin el adecuado control poblacional de estos últimos, se corre el riesgo de una rápida expansión de animales infectados.

CONSECUENCIA DE LOS RECORTES PRESUPUESTARIOS

España sufrió una crisis económica de 2008 a 2014. Los resultados de las pruebas de tuberculosis en ganado en todo el país dentro del esquema español de erradicación de esta enfermedad muestran que la prevalencia de rebaño disminuyó de 2.81 en 2001 a 1.31 en 2012, volviendo a un máximo de 2.87 en 2016. Si bien este aumento no se ha atribuido a la crisis, los recursos públicos para las pruebas de la tuberculosis fueron limitados durante este período.

También recuerdan que existen varias enfermedades animales transfronterizas exóticas presentes en las fronteras de la UE, al este y al sur. “Estos incluyen la fiebre aftosa, la peste de los pequeños rumiantes (PPR), la viruela ovina y caprina (SGP), la fiebre del valle del Rift (RVF), la enfermedad de la piel con bultos (LSD) y la encefalitis japonesa (JE), entre otros. Estas enfermedades exóticas pueden ingresar a la UE por diferentes rutas, incluido el movimiento de seres humanos infectados (por ejemplo, JE o RVF), el transporte de animales infectados (por ejemplo, PPR, SGP, RVF) o el movimiento natural o humano de vectores infectados (por ejemplo, RVF, JE). Los movimientos humanos están actualmente restringidos debido a la pandemia de COVID-19, pero la entrada de fauna o mediada por vectores sigue siendo posible”.

En este sentido, señalan que la entrada de cualquiera de estas enfermedades exigiría importantes recursos de los servicios veterinarios y los agricultores para controlar el brote. “Sin embargo, en los próximos meses o incluso años, las capacidades de los agricultores y los servicios veterinarios para invertir los recursos pueden verse comprometidos debido a una crisis económica mundial”, manifiestan.

Asimismo, durante dicha crisis, el sector de medicamentos veterinarios sufrió una caída significativa en la actividad en 2009. Esto desencadenó importantes esfuerzos de reestructuración, incluidas adquisiciones, reposicionamiento y diversificación, pero también la reducción de la fuerza laboral y el cierre de las instalaciones de investigación. “Es probable que también ocurran eventos similares durante la actual crisis de COVID-19”, afirman los investigadores.

Los autores concluyen que, aunque todavía es pronto para evaluar los efectos a medio y largo plazo, existen evidencias para pensar que la actual crisis puede traer consecuencias negativas sobre la salud animal.

Por último, hacen un alegato sobre la importancia del concepto ‘One Health’, Una Sola Salud: “También proponemos que es hora de tomar en serio One Health. Este concepto implica que la ecología de los patógenos y el manejo de enfermedades deben integrar las perspectivas humana, animal y ambiental, con la implicación de que los médicos, veterinarios y ecólogos deben colaborar para abordar eficientemente los problemas de salud”.

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Día Mundial del Reciclaje: ¿Cómo separar residuos aprovechables para darles una segunda vida?

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Envases reciclables, como las cajas de cartón para bebidas, pueden transformarse en nuevos productos útiles.

Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la economía circular para la preservación del medioambiente y adoptar hábitos cotidianos, que aporten en esta materia. La buena noticia es que desde casa se puede hacer mucho para aportar al reciclaje de residuos aprovechables, como separar  las cajas de cartón para bebidas que consumimos a diario.

Estos envases no son basura; por el contrario, tienen un enorme potencial en su etapa posconsumo. Las cajitas de cartón para alimentos y bebidas, como las de Tetra Pak, pueden transformarse en nuevos productos. Luego de ser separadas y recicladas en el Perú, se convierten, por ejemplo, en cartón para fabricar cajas para embalaje, y en polialuminio, una materia prima con la que se fabrica mobiliario, artículos para el hogar, paredes y tejas, entre otros.

Solo en el 2024 se reciclaron en Perú más de 116 millones de envases de cartón de Tetra Pak®, cifra que supera la obtenida el año anterior en más de un 70% y demuestra el compromiso de las familias e industria peruanas con el cuidado del ambiente.

¿Cómo contribuir a que esas cifras sigan aumentando?

Es posible hacerlo desde la casa, siguiendo los tres pasos por el planeta:

  1. Desarma: separa las cuatro pestañas del envase y aplánalo sin retirar el sorbete (puedes guardarlo dentro de la misma caja) Esto hace que ocupe menos espacio y se facilite su recolección y manejo.
  2. Escurre: vacía bien el contenido restante de la caja, asegurándote de que quede limpia, y tápala de nuevo.
  3. Deposita: coloca la caja limpia en el contenedor o bolsa de reciclaje. También puedes entregarla directamente a los recicladores de tu distrito: ellos siempre agradecen recibir el material limpio, pues pueden venderlo a mejor precio. ​

Crear un buen hábito de separación de residuos hace que el reciclaje sea aún más efectivo. Aquí compartimos unos consejos prácticos:

Organiza tus residuos. Coloca dos o más contenedores o bolsas en casa: una para orgánicos (restos de comida, cáscaras, posos de café, que puedes compostar) y otra para residuos reciclables; es importante que estén aplastados, limpios y secos. Recuerda los tres pasos por el planeta: desarma, escurre y deposita.

Realiza una limpieza previa. Asegúrate de que los envases no contengan restos de comida o bebida. Una cajita sin residuos es un material mucho más valioso para el reciclaje. Esto evita que los residuos se mezclen o ensucien otros materiales reciclables.

Sé un consumidor responsable. Además de reciclar para minimizar los residuos, procura consumir de manera responsable tomando decisiones de compra conscientes. Por ejemplo, pregúntate: ¿Este envase que estoy comprando con mi producto, es reciclable?

Educa en casa. Explícale a tu familia por qué es importante separar los residuos aprovechables para que sean reciclados y cómo hacerlo. Poner etiquetas en los contenedores puede ayudar, o decidir un día fijo para llevar la bolsa de reciclables al punto de acopio o al contenedor municipal. ¡La constancia crea hábitos y todos podemos hacer la diferencia!

Es importante resaltar que separar adecuadamente tus residuos facilita la labor de miles de recicladores de oficio. Ellos recorren calles y mercados buscando todo tipo de material para venderlos a centros de acopio. Si les entregas material limpio y ordenado, favoreces su trabajo y contribuyes a su economía, el material aprovechable representa muchas veces su único ingreso y sustento para sus familias. De este modo, reciclar se vuelve solidario.

Impulsando la economía circular

Es importante promover una cultura de reciclaje y empresas como Tetra Pak, además de incentivar hábitos responsables, desarrollan iniciativas para seguir fortaleciendo la industria del reciclaje y la economía circular en el país.

Una de las más destacadas es la creación de ReSÍclamos Perú, el primer Centro de Recolección y Transporte de envases posconsumo de Tetra Pak®, cuyo objetivo es dinamizar la industria del reciclaje de cartón para bebidas mejorando las condiciones de comercialización de este material reciclable para los recuperados y centros de acopio.

Paralelamente, la empresa promueve la recolección de los envases de Tetra Pak® a través del Centro Inclusivo de Recuperación Circular (CIRC) de Sinba, contribuyendo al fortalecimiento social de la base recicladora. Estos y otros proyectos contribuyeron a la recuperación de más de 1.700 toneladas de envases posconsumo de Tetra Pak® en Perú.

Otra iniciativa clave es el Proyecto Overhaul con Industrias del Papel S.A., un sistema modernizado que permite seguir optimizando la tecnología de separación y recuperación de los componentes de las cajitas de Tetra Pak para mejorar su posterior transformación en cartón para embalaje y polialuminio.

Por último, la compañía, en colaboración con la Municipalidad Distrital de Machupicchu, instaló techos de polialuminio fabricados con 2.8 millones de envases de Tetra Pak, en las viviendas del distrito, reforzando la certificación de Machupicchu como destino carbono neutral. Esto demuestra que La Buena Cajita es la de Tetra Pak, porque se separa, se recicla y se transforma en nuevos productos.

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