La fiebre aftosa tiene una baja mortalidad pero su nivel de contagio es muy alto. Esta nueva prueba permitirá conocer la presencia de esta enfermedad en las granjas incluso aunque los animales no muestren síntomas clínicos
Científicos del Instituto Pirbright (Reino Unido) han creado una nueva prueba que detecta la presencia de fiebre aftosa a partir de muestras en el entorno, incluso cuando estos animales no muestran signos clínicos, informa un comunicado del propio instituto.
Este nuevo método ha sido publicado en la revista Applied and Enviromental Microbiology. La nueva técnica creada es muy sencilla y no requiere gran experiencia, por lo que el método de muestreo es mucho más accesible y permite recolectar y procesar una mayor frecuencia de muestras durante un brote. El método consiste en recoger muestras del entorno donde comúnmente entran en contacto los animales que son susceptibles a la fiebre aftosa, como los abrevaderos.
El virus de la fiebre aftosa puede sobrevivir durante largos periodos de tiempo en el ambiente bajo las condiciones adecuadas, hasta tres meses dependiendo de factores ambientales como el pH, la temperatura y la humedad relativa. Por lo tanto, las áreas de muestreo donde los animales infectados pueden haber desprendido el virus permiten a los científicos detectar la presencia de fiebre aftosa, incluso si los animales de la granja ya no muestran signos clínicos.
La Dra. Clarie Colenutt fue la encargada de dirigir esta investigación en el Instituto Pirbright: “Los métodos de vigilancia actuales se basan en el reconocimiento de la fiebre aftosa en animales susceptibles, y además la recolección de estas muestras requiere experiencia veterinaria. En el caso de este nuevo método, las muestras pueden ser tomadas por personas sin experiencia previa, aumentado el número de muestras potenciales y aliviando la presión sobre los servicios veterinarios”, explica.
Las muestras que se tomaron en este estudio fueron del valle de Katmandú, en Nepal, y se enviaron de nuevo al instituto para su análisis, donde los científicos pudieron detectar material genéticos viral en muestras positivas.
Este método creado permitirá que la vigilancia de la fiebre aftosa vaya más allá de la investigación de los signos clínicos, lo que significa que los casos que pueden haberse pasado por alto, se puedan detectar usando métodos de muestreo ambiental.
Este estudio es importante incluso para zonas donde no hay presencia de esta enfermedad así como en aquellas donde la fiebre aftosa es endémica, como ocurre en partes de Asia, África y Oriente Medio. Las nuevas técnicas de vigilancia pueden ayudar a respaldar una respuesta solida a los brotes en países libres de fiebre aftosa, pero por otro lado también pueden implementarse en países endémicos como parte de los programas de vigilancia para complementar la información actual sobre la propagación de la fiebre aftosa, indican los científicos.
FIEBRE AFTOSA
La fiebre aftosa, también conocida como glosopeda, es una enfermedad infecciosa causada por un virus de la familia Picornaviridae. Origina lesiones de tipo vesicular en las mucosas y el epitelio. Además de al ganado porcino, también afecta al ovino o bovino. La morbilidad suele ser muy elevada a causa de su alta transmisibilidad, en cambio su mortalidad suele ser baja, afectando principalmente a animales muy jóvenes. Es una de las enfermedades víricas de mayor importancia debido a su gran poder de difusión, por elevado número de especies a las que afecta y debido a las perdidas en la producción, recoge el Ministerio de Agricultura.