Noticias Internacionales

Avances en el Conocimiento de una Proteína que Participa en el Transporte de Fármacos a la Leche

Publicado

en

(2.218 lecturas vistas)

COMPARTIR

El Grupo Biolfar de la Universidad de León (España) investiga desde hace 12 años la proteína transportadora ABCG2/BCRP, que se expresa en la glándula mamaria de los rumiantes.

El Grupo de Investigación Aplicaciones Biológicas de Fármacos (Biolfar) de la Universidad de León (ULE), dirigido por Julio G. Prieto, trabaja en una línea centrada en la proteína transportadora ABCG2/BCRP que se expresa en la glándula mamaria de los rumiantes y participa en el transporte de fármacos y toxinas a la leche.

Las investigaciones en torno a esta línea se iniciaron en 2004 y han continuado a lo largo de tres proyectos del Plan Nacional de I+D+I. En la actualidad está en desarrollo el cuarto, titulado ‘Función y modulación del trasportador ABCG2/BCRP y sus polimorfismos en rumiantes: excreción de fármacos y nutrientes en leche’, del que es investigadora principal Gracia Merino y cuya conclusión se producirá este año.

Una de las investigadoras del Grupo, Ana Isabel Álvarez, explica el interés por trabajar en este sentido. “Iniciamos esta investigación motivados por la importancia económica y sanitaria que tiene la presencia potencial de residuos de fármacos en la leche debido a que suponen pérdidas económicas para los ganaderos y pueden generar resistencias a antibióticos en los consumidores. La identificación de uno de los principales factores implicados en este proceso es por tanto vital para diseñar estrategias que controlen la presencia de residuos farmacológicos en leche”.

La investigación realizada en estos casi 12 años ha permitido al Grupo profundizar en cómo funciona el transportador en vacas Holstein (una especie de vaca productora de leche). En algunos de estos animales, este transportador ABCG2/BCRP presenta un polimorfismo (una forma diferente del mismo gen) que hace que la proteína aumente su función, es decir, “que sea más activa en el transporte provocando la presencia de más cantidad de antibiótico en la leche”. El equipo científico leonés también ha demostrado en ovejas cómo se puede reducir la cantidad de antibiótico en leche mediante la dieta utilizando inhibidores del transportador.

“Sabemos que el paso a leche de un grupo de antibióticos bastante importante usados en diversas infecciones, incluyendo la mastitis (una infección de la glándula mamaria) y que están considerados como «residuos» en leche, depende de esta proteína. Además, también hemos profundizado en el control de su secreción mediante inhibidores. Estos inhibidores son compuestos que pueden formar parte de la alimentación de los rumiantes con el añadido de su consideración como «biosaludables» en la alimentación humana (soja y lignanos). Para que actúen como inhibidores, tienen que administrarse en la dieta de los animales cierto tiempo, por lo que sus niveles en leche aumentan a la vez que disminuyen los de los fármacos”, precisa la investigadora.

El proyecto actual, que está cerca de su finalización, ha permitido conocer que ciertos compuestos que los investigadores llaman endógenos, porque proceden del propio animal, aparecen en leche en mayor cantidad en las vacas portadoras del polimorfismo. Así, el objetivo del Grupo es diseñar un nuevo proyecto en los próximos meses para seguir profundizando en estos resultados y proponer nuevos objetivos.

Obtención de Cultivos Celulares

Por otro lado, el desarrollo de los distintos proyectos del Plan Nacional de I+D+i ha permitido obtener cultivos celulares que presentan o expresan el transportador bovino, con sus dos variantes, y el ovino.

“Estos cultivos nos han sido de gran utilidad porque antes de pasar a los experimentos con animales podemos ver si el transportador puede funcionar con los fármacos o los inhibidores. Llegar a estandarizar este tipo de procedimientos a la larga ahorra trabajo, porque te da seguridad a la hora de hacer los estudios con animales. Por otra parte, hemos caracterizado y localizado a vacas que tienen el polimorfismo en granjas próximas a León para realizar los estudios farmacocinéticos y de secreción a leche”, detalla Álvarez.

Implicaciones en Salud Pública

La presencia de antibióticos en leche está sujeta a una reglamentación estricta, debido a sus implicaciones en Salud Pública. No solo afecta a la calidad de la leche, sino que existe el riesgo de desarrollar resistencias a los medicamentos en las poblaciones de bacterias intestinales en humanos.

De este modo, los estudios llevados a cabo por el grupo Biolfar tienen diversas implicaciones. Los ganaderos deben eliminar la leche en el caso de un animal tratado con alguno de estos antibióticos, y con los avances en el conocimiento del transportador ABCG2/BCRP existe la posibilidad de controlar la presencia de contaminantes y disminuir o acortar los tiempos de espera.

Grupo de Investigación Biolfar 

El Grupo de Investigación Biolfar está compuesto por cinco miembros y nueve investigadores y colaboradores y en la actualidad cuenta con otra importante línea de investigación relacionada con el ácido hialurónico. Las personas que integran el Grupo están vinculadas a diversos departamentos de la ULE y al Hospital Universitario de León, y en su mayoría pertenecen a los institutos de Biomedicina (Ibiomed) y de Desarrollo Ganadero y Sanidad Animal (Indegsal) de la ULE.

En concreto, en la línea de investigación sobre la proteína transportadora ABCG2/BCRP han participado diversos becarios como Rebeca Real, Borja Barrera, Miriam Pérez, Lucía González y Jon A. Otero financiados por el Ministerio, la Diputación de León y el Gobierno Vasco. También otros investigadores como Estefanía Egido, Mivis Pulido, Sergio Valbuena, Manuel Olazábal, Diego Herrero y Verónica Miguel.

Los estudios llevados a cabo han centrado seis tesis doctorales y también algunos trabajos fin de master y fin de grado. El Grupo ha contado con la colaboración de Margarita Marqués y Álvaro de la Fuente, expertos en genética y biología molecular; y de los ganaderos de la explotación GARFI de Santa María del Monte del Condado donde se han realizado los ensayos ‘in vivo’ con las vacas portadoras del polimorfismo. Por otro lado, Gregorio Alcántara (Fefricale) y Juan C. Boixo (Censyra) facilitaron las muestras de sementales para localizar a los animales portadores del polimorfismo.

Referencias Bibliográficas 

  • Otero, J. A., Barrera, B., de la Fuente, A., Prieto, J. G., Marqués, M., Álvarez, A. I., y Merino, G. (2015). “Short communication: The gain-of-function Y581S polymorphism of the ABCG2 transporter increases secretion into milk of danofloxacin at the therapeutic dose for mastitis treatment”. Journal of dairy science, 98(1), 312-317.
  • González-Lobato, L., Real, R., Herrero, D., de la Fuente, A., Prieto, J. G., Marqués, M. M., … y Merino, G. (2014). “Novel in vitro systems for prediction of veterinary drug residues in ovine milk and dairy products”. Food Additives & Contaminants: Part A, Chemistry, analysis, control, exposure & risk assessment 31(6), 1026-1037.
  • Miguel, V., Otero, J. A., García-Villalba, R., Tomás-Barberán, F., Espín, J. C., Merino, G., y Álvarez, A. I. (2014). Role of ABCG2 in Transport of the Mammalian Lignan Enterolactone and its Secretion into Milk in Abcg2 Knockout Mice. Drug Metabolism and Disposition, 42(5), 943-946.

Leer más
Click para comentar

Deja un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Internacionales

El valor del queso artesanal como emblema gastronómico: la experiencia uruguaya

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Noticias Internacionales

Un estudio revela el impacto del fuego en los suelos de los Andes peruanos

Publicado

en

COMPARTIR

Los suelos volcánicos de Arequipa, una de las regiones más secas del mundo, no están adaptados al fuego.

En septiembre de 2018, un incendio arrasó casi dos mil hectáreas de matorral en el volcán Pichu Pichu, una zona de alto valor ecológico en los andes peruanos. A diferencia de los ecosistemas mediterráneos, donde la vegetación ha desarrollado estrategias para resistir el fuego, los suelos volcánicos de Arequipa, una de las regiones más secas del mundo, no están adaptados al fuego. Un equipo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), de España, y de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, en Perú, ha recogido y analizado muestras de suelo de la zona incendiada, a 3.700 metros de altitud, para comprender cómo estos frágiles ecosistemas responden a la perturbación por incendio.

Los resultados, publicados en la revista Spanish Journal of Soil Science, indican que, cuatro años después del incendio, la combustión de la vegetación y el suelo y la erosión han causado una grave pérdida de carbono orgánico, un elemento esencial para la fertilidad del suelo. “Los Andes peruanos no están preparados para los incendios”, advierte Jorge Mataix Solera, catedrático de la UMH y experto en edafología con más de treinta años de experiencia en la recuperación de suelos quemados. Mataix recalca que, si bien el fuego es una fuerza ecológica natural, sus efectos pueden variar mucho dependiendo del ecosistema. Según se desprende del análisis realizado, el suelo del Pichu Pichu se ha degradado física y químicamente tras el incendio, por lo que la regeneración del ecosistema será más difícil. Además, la erosión producida tras el incendio ha desencadenado más procesos degradativos, reduciendo por ejemplo el contenido de arcilla, lo que debilita aún más la estructura del suelo.

Uno de los problemas detectados en estos suelos áridos es su tendencia natural a repeler el agua debido al tipo de materia orgánica que, junto con su alto contenido de arena, es un fenómeno que persiste tras el incendio. Sin vegetación para retener la humedad y la repelencia al agua, ésta se desliza en la superficie en lugar de infiltrarse, lo que acelera la erosión del suelo. “Mientras que los suelos bien estructurados y evolucionados como los mediterráneos poseen una elevada capacidad de retención hídrica, los suelos volcánicos andinos, muy jóvenes y arenosos, tras la pérdida de materia orgánica en el incendio pierden la capacidad de retener agua” explica la investigadora de la UMH Minerva García Carmona. “Por eso es tan importante conocer las consecuencias del fuego en este tipo de suelos jóvenes y frágiles”, declara la experta, “y un factor determinante es cómo influyen las plantas en el suelo, que son las que conforman el material combustible en el incendio”.

El estudio se centró en dos especies nativas con un papel clave en el ecosistema: Berberis lutea, conocida como ‘palo amarillo del Perú’, y Parastrephia quadrangularis, llamada ‘Tola’. Los investigadores analizaron si el fuego había afectado de manera diferente a los suelos según la vegetación predominante. Descubrieron que en las zonas dominadas por el palo amarillo la degradación fue más severa. “Es una planta más grande, con mayor biomasa, lo que seguramente intensificó los efectos de la combustión en el suelo”, aclara García.

El equipo de investigadores de la UMH conoce bien las consecuencias de un incendio en los bosques mediterráneos, más resilientes al fuego por su evolución histórica con la presencia del fuego que ha llevado a desarrollar múltiples estrategias de resistencia y resiliencia. Ahora, sus descubrimientos en el volcán Pichu Pichu reafirman la evidencia de que los suelos volcánicos de la región de Arequipa, que de forma natural retienen menos agua, se pueden ver particularmente degradados con la presencia de incendios, lo que acrecenta su vulnerabilidad a esta perturbación.

El Pichu Pichu se encuentra en la zona volcánica central de los andes. Los investigadores de la UMH recogieron muestras de suelo a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar, donde las precipitaciones, de apenas 385 mm anuales, se concentran en tres o cuatro meses del año. De manera que la región de Arequipa se considera un ‘desierto frío’ -las temperaturas van de los 4 a los 18 grados centígrados- y la vegetación se compone principalmente de matorral muy adaptado a la sequía extrema.

Debido a las escasas precipitaciones, el cinturón volcánico de los Andes es una fuente de agua crucial para las áreas adyacentes. “Si bien Pichu Pichu está dominado por matorral, las faldas de la montaña están también cubiertas a una cierta altitud de bosque y albergan una gran diversidad de especies animales y vegetales”, señala el profesor de la UMH. A las faldas del volcán, se encuentran los bosques de queñuales (Polylepis), cuyas especies endémicas del Perú se encuentran en peligro de extinción.

El investigador de la UNSA Lunsden Coaguila explica que “no es fácil tomar muestras de suelo a tanta altitud”. En el estudio, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), ha sido crucial la colaboración de la Comunidad Campesina Polobaya y la de la Comunidad Campesina Pocsi, que han permitido el acceso a las áreas de toma de muestras. “También, hemos contado con el apoyo del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre de Arequipa”, relata el experto.

En Perú, la mayor parte de los incendios se producen de julio a octubre. El proyecto de vigilancia por satélite Queimadas registró un máximo histórico de 7.037 focos en septiembre de 2024. “En una región como Arequipa, situada en una zona desértica, comprender el papel de los suelos bajo nuevos regímenes de incendios es esencial para evaluar la resiliencia de estos ecosistemas frente al cambio climático”, afirma el investigador de la UMH.

Mataix opina que, cuanto más sepamos, más podremos ayudar a diseñar estrategias de prevención y de tratamiento postincendio que ayuden a mitigar los efectos del aumento de las temperaturas y de la sequía intensificada. “Es tan necesario en Perú como en España”, concluye el experto, “aunque el fuego es un fenómeno natural, la crisis climática está exacerbando estos fenómenos y debemos hacer todo lo posible para adaptar los ecosistemas a las nuevas circunstancias y hacerlos más resilientes”.

 

Leer más

Noticias Internacionales

Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2025

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Tendencia