Un nuevo método diseñado para reducir la contaminación bacteriana por E. Coli en canales de carne de vacuna está siendo probado en la planta de carne Scone de JBS Australia en Nueva Gales del Sur.
Un equipo de investigadores de seguridad alimentaria del Instituto de Agricultura de Tasmania (TIA por sus siglas en inglés) está trabajando para desarrollar una solución que mejorará la seguridad alimentaria para el sector de procesamiento de carne de vacuno.
Según publicó el portal Eurocarnes, los investigadores han descubierto que rociar las canales con sustancias oxidantes y agua durante la refrigeración —un proceso conocido como enfriamiento por aspersión—, provoca reducciones significativas en el recuento de bacterias E. Coli, además de ayudar a mantener el peso de la canal.
“La mayoría de los tipos de E. Coli son inofensivos, sin embargo, las variantes patógenas son un riesgo para la salud pública, por lo que no hay tolerancia para ellos en algunos mercados de exportación”, asegura Jay Kocharunchitt, investigador de TIA .
El ensayo se basa en pruebas realizadas a principios de este año en el matadero de JBS cerca de Longford, Tasmania, realizado como parte de la investigación del estudiante de doctorado Zachary Block sobre la intervención antimicrobiana, cuyo objetivo es mejorar la seguridad de la carne roja de Australia durante el procesamiento.
“Estamos trabajando con la industria para garantizar que nuestra investigación contribuya a la solución de problemas reales y con la ayuda de JBS en Scone, estamos probando este método aún más”, dijo Kocharunchitt.
En una prueba anterior, se tomaron datos microbiológicos que dieron una línea base, que se ha utilizado para diseñar la prueba actual en el matadero Scone. Esta prueba aclarará los próximos pasos para desarrollar el método de enfriamiento por aspersión para uso comercial.
El gerente de garantía de calidad de la seguridad alimentaria del grupo JBS, Michael Johnston, dijo que JBS había invertido en la nueva tecnología necesaria para llevar a cabo la prueba de colaboración de dos meses.
“Estamos trabajando con TIA para asegurarnos de estar al día con lo último en investigación y desarrollo microbiológico, que es beneficioso para la industria australiana de la carne roja”, dijo. Es una Organización de Investigación Principal para Ecología y Fisiología Microbiana (PROMEP) y es una empresa conjunta de la Universidad de Tasmania y el Gobierno de Tasmania. La investigación del equipo es financiada por Meat & Livestock Australia.