En EE. UU. La industria cárnica registra más de 16,000 casos positivos de Covid – 19

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En Smithfield Foods aclararon que sus instalaciones no fueron construidas para enfrentar una pandemia, ya que están diseñadas para eficientar al máximo el uso del espacio; sin embargo, se negaron a reducir la velocidad de procesamiento cárnico.

Ante los cuestionamientos del gobierno estadounidense respecto al compromiso de las plantas cárnicas con respecto a la seguridad de sus empleados, desde Smithfield Foods expresaron que no tienen capacidad para garantizar la separación de cada uno de sus colaboradores dada la naturaleza de sus instalaciones.

En una respuesta a los legisladores, en Tyson explicaron que en todos los casos donde el distanciamiento no era posible, se colocaron barreras físicas y se implementaron otros protocolos de seguridad para evitar los contagios por Covid-19 (coronavirus).

Por su parte, en Cargill dijeron que estaban generando conciencia sobre la separación del personal, mientras que en JBS aclararon que habían tomado las medidas necesarias en las áreas de descanso y cafeterías.

DETENER LA PRODUCCIÓN AFECTARÍA A GANADEROS Y ALZARÍA LOS PRECIOS

En contraste, el presidente ejecutivo de Smithfield Foods, Kenneth Sullivan, aclaró que se negaban a reducir la velocidad de las líneas de procesamiento para garantizar el espacio adecuado entre colaboradores, afirmando que esto afectaría a los ganaderos e incrementaría los precios de la carne al consumidor.

En este sentido, los senadores de EE. UU. Elizabeth Warren y Cory Booker expresaron que «no se puede confiar en las empresas para hacer lo correcto», por lo que destacaron que se requiere una nueva legislación para proteger a los empleados.

De acuerdo con cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades​ (CDC, por sus siglas en inglés), hasta el momento se han contabilizado más de 16,000 empleados infectados en 23 estados, y se tiene registro de 86 defunciones.

En su respuesta, Kenneth aseveró que en la compañía estaban «cansados» de la crítica mediática separada de la realidad de la pandemia, afirmando que alguien debe continuar con la producción de alimento.