En Colombia Implementan Técnica para Detectar Residuos de Antibióticos en Carne Bovina

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El bioensayo realizado en las siete placas se estandarizó para la detección, identificación, presuntiva y semicuantificación de cuatro familias de antibióticos. 

La Universidad Nacional de Colombia (UN) logró implementar la técnica microbiológica que detecta residuos antibióticos en este cárnico. La aplicación busca garantizar la inocuidad de los alimentos de origen animal para consumo interno y exportación.

En ganadería, los antibióticos son utilizados para tratar y prevenir enfermedades, con el objeto de mejorar la productividad en los hatos. Sin embargo, el uso prolongado de estos medicamentos favorece la aparición de agentes patógenos resistentes a los tratamientos.

Además, los residuos en la carne destinada al consumo humano pueden alterar los ecosistemas bacterianos del tracto digestivo de las personas, lo cual se traduce en alteraciones digestivas. De ahí la importancia del “tiempo de retiro”, que depende de las dosis suministradas de cada fármaco y está pensado para que los residuos antibióticos declinen a concentraciones seguras, antes de que los animales sean llevados a una planta de sacrificio.

Foto. El tamizaje realizado por la Universidad Nacional fue comprobado con dos técnicas microbiológicas.

La docente de la U.N. Martha Cecilia Suárez afirma que el cumplimiento de este tiempo es esencial para garantizar la inocuidad de la carne del animal. Para ello, se requiere evidencia científica como parte del control oficial que debe ejercer la autoridad competente, para determinar si se han eliminado todos los residuos perjudiciales del fármaco.

Es difícil citar cifras relacionadas con el uso de antibióticos en ganado bovino en Colombia, pues si bien las empresas que registran ante el ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) estos productos están obligadas a reportar sus ventas al Ministerio de Agricultura por un tema de control de precios de medicamentos, la información no es de carácter público.

En consecuencia, el Laboratorio de Microbiología de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia y el Departamento de Farmacia de la Facultad de Ciencias de la U.N., en asocio con el ICA, implementaron una estrategia para verificar la inocuidad del producto en cuanto a presencia de antibióticos.

De igual forma, Karen Lorena Vela Perdomo, en su tesis de la Maestría en Farmacología, normalizó el bioensayo en placas, una técnica muy utilizada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).

Foto. Los residuos en la carne destinada al consumo humano pueden alterar los ecosistemas bacterianos del tracto digestivo de las personas.

La implementación, que se hizo por primera vez en el país y que contó con la participación del director técnico de Inocuidad e Insumos Veterinarios del ICA, doctor Mc Allister Tafur Garzón, permitió realizar un trabajo conjunto entre el sector académico y el oficial, en este caso con el Laboratorio de Residuos de Medicamentos de dicha entidad, ubicado en Mosquera (Cundinamarca), el cual procesa y analiza muestras de alimentos de origen animal tomadas en el marco del control oficial del uso de insumos veterinarios.

La técnica del FSIS (Food Safety and Inspection Service), que es el servicio de inspección de inocuidad de alimentos de Estados Unidos, se realiza en placas de vidrio, sobre las cuales se deposita un medio de cultivo líquido inoculado con microorganismos de prueba. Posteriormente se deja solidificar y se adiciona el extracto de la muestra de carne a evaluar.

En la prueba piloto se analizaron más de 100 especímenes de carne bovina, procedentes de una planta de beneficio altamente tecnificada. Considerando algunos lineamientos de la guía de la Decisión Europea 2002/657/CE, sobre el funcionamiento de los métodos analíticos, se establecieron los criterios para el bioensayo con tejido muscular de control, a diferentes concentraciones de antibióticos.

Foto. En ganadería se utilizan muchas moléculas de antibióticos como terapia de infecciones y muchos casos no se respetan los periodos de retiro de los productos

Los parámetros evaluados fueron sensibilidad, especificidad y exactitud relativas. Adicionalmente se analizaron la estabilidad y la recuperación. De acuerdo con los resultados, no se encontró residuo alguno que superara la cantidad permitida por el Codex alimentarius.

Para la investigadora Vela Perdomo, la técnica esta lista para ser usada y aunque no es la única prueba como condición para exportar, espera que las competencias del Gobierno por parte del ICA y del Invima se fortalezcan, mediante el seguimiento, la inspección y el control en este tema.

Finalmente, la docente Martha Cecilia Suárez destaca que gracias a la estandarización de esta técnica se pueden mejorar los requerimientos del mercado internacional para la comercialización de carne.