Buscando Plantas para Reducir los Niveles de Metano del Ganado

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Investigadores colombianos identificarán en la región colombiana de la Orinoquia, diversas especies vegetales que reduzcan la producción de metano en los sistemas digestivos de los bovinos, para mitigar el impacto ambiental.

El proyecto se desarrolla en las sabanas inundables de Arauca y Casanare, una de las zonas de Colombia donde aún se desarrolla el pastoreo a gran escala.

Mauricio Vélez, zootecnista y magíster en ciencias agrarias con énfasis en producción animal tropical, y quien realiza su doctorado con la ejecución de este proyecto –avalado por la Vicerrectoría de Investigación de la U.N.– explica que la ganadería es reconocida por producir metano, uno de los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático global.

El metano generado por los rumiantes (bovinos, ovinos, caprinos, entre otros) es expulsado a través de flatulencias y eructos (dos veces por minuto). Una vaca adulta puede generar el metano equivalente al que produce un automóvil. Es la contaminación más alta después de la que lidera el hombre con sus actividades diarias y con el uso de combustibles fósiles.

Una alternativa de mitigación es el uso de plantas antimetanogénicas, es decir, que contengan lo que los expertos llaman metabolitos secundarios, que son compuestos naturales con propiedades antimicrobiales que a su vez pueden ser aprovechadas en la manipulación de la microbiota rumial.

Cuando las plantas con esas propiedades son consumidas por los animales, estos reducen la producción de metano en sus sistemas digestivos y de paso también se baja la contaminación atmosférica que generan.

“Los metabolitos secundarios se producen como mecanismo de adaptación de las plantas a condiciones adversas, entre ellas sequías, inundaciones o intensidad de luz. Este tipo de vegetación es la que se encuentra en la Orinoquia, donde hacemos el estudio”, explicó Vélez.

La investigación se concentra en las sabanas inundables de Arauca, una zona que presenta diversidad de flora, la cual debe ser analizada para elegir algunas de las especies candidatas por su potencial antimicrobial, que luego serán caracterizadas in vitro.

Una vez ubicada la planta, se pretende masificar su producción y llevarla a los potreros donde se cría el ganado. “Otra alternativa es aislar los metabolitos secundarios e introducirlos en aditivos que sirven como alimento de los vacunos”, agregó Vélez.

La U.N. ha llevado a cabo experimentos similares en la Región Andina, con el uso de forrajes de cosecha más tiernos y que producen menos cantidad de gases por unidad de alimento consumido o fermentado.

También se han efectuado pruebas con la leguminosa Lotus, que tiene unos compuestos especiales denominados taninos. Las dietas con esta planta producen bajas cantidades de gas  (30 % menos), y aunque no es una especie de uso común en Colombia, ya se ha introducido en nuestros ecosistemas con una respuesta muy favorable.

El investigador explica que esfuerzos similares y a gran escala se han desarrollado en España, Nueva Zelanda y Australia. En este último país se han evaluado 128 especies, mientras que en España se han evaluado 450. De estos análisis se han seleccionado algunas plantas con diferentes potenciales antimetanogénicos.

“Esto que ya lograron en Oceanía y Europa es lo que esperamos tener al final de este semestre en la Orinoquia”, agregó Vélez, que trabaja con los expertos Rómulo Campo y Hugo Sánchez, quienes son respectivamente director y codirector de su tesis doctoral.